jueves, 21 de abril de 2011

BIEN COMÚN… ¿Y A MÍ QUÉ?


México y Michoacán han cambiado rápidamente en los últimos tiempos. Ha sido un proceso drástico que asemejándose al cambio de la adolescencia nos presenta un panorama distinto a la de apenas unos años. Ese cambio –que no en todos sus aspectos ha sido positivo- nos lleva a contemplar una realidad social, política y económica que no nos satisface o con la que no estamos de acuerdo, y que sin embargo, toleramos o consentimos como si estuviéramos condenados a sufrirla o simplemente ya nos hemos acostumbrado.

Seguramente al pensar sobre este tema, nos habremos hecho estas mismas preguntas: ¿Por qué no podemos ponernos de acuerdo en lo básico? ¿nos gusta la realidad que vivimos?, ¿qué buscamos como sociedad?, ¿hacia dónde queremos llegar?, ¿qué país, qué estado y qué ciudad deseamos?, ¿tan grandes son nuestros problemas que entre todos no podemos solucionarlos?, ¿qué podemos y/o debemos hacer en nuestras circunstancias personales para contribuir a la mejora de nuestra comunidad?, y otras muchas más por el estilo.

Hay que reconocer que el momento histórico que nos está tocando vivir no es para nada sencillo en ningún aspecto por el que se vea, pero tampoco ha sido el más complicado de la historia de México, Michoacán o Morelia. Seguro que habrá habido episodios con circunstancias más adversas que las actuales, y a pesar de todo aquí seguimos. Puesta en perspectiva y así contextualizada, nuestra realidad nos presenta un enorme reto por delante como sociedad, que implica definiciones de fondo respecto a nuestra meta común y a la forma en que cada uno de los que la conformamos, colabora para su consecución.

Creo que las claves para afrontar ese reto son sin duda, generosidad, buen humor, determinación y mucha, pero mucha creatividad.

Para ello primero hay que convencernos de que el bien común no es sólo un ideal ni un objetivo que está tan lejos de nosotros y por tanto inalcanzable. El bien común pasa por el logro y consecución de nuestras propias metas personales y familiares, pero las trasciende, no es solo la suma de los bienes y satisfactores de todos los que conformamos una comunidad, aunque no se entienda sin referencia a ellos. Es la consecución de ese bien que el hombre no puede lograr solo, sino que requiere del apoyo y empuje del resto.

Por lo tanto, es posible alcanzar el bien común a través de la búsqueda del bien particular y propio cuando en verdad la sociedad está correctamente orientada hacia el. Sin embargo su consecución implica el compromiso libre y decidido de cada uno por alcanzarlo. Implica una actitud vital y de justicia frente al fenómeno social.

Es momento de estar a la altura del reto y compromiso que tenemos por delante, y eso conlleva salir de nuestra propia o de , de pensar más allá de lo estrictamente personal, en pocas palabra, complicarnos la vida… En los tiempos actuales no caben , ni bastan ciudadanos medios, no es momento de titubeos ni de reproches, es tiempo de preocuparnos y ocuparnos en nuestros asuntos y al mismo tiempo en los de los vecinos, en los de la comunidad…. eso es involucrarnos y participar en la construcción de los objetivos comunes….

No se nos pide solucionar los grandes problemas educativos del estado, involucrémonos en la escuela de nuestros hijos, conozcamos a sus maestros. No nos corresponde brindar seguridad en la ciudad, formemos e inculquemos valores fundamentales en los nuestros. No se nos pide garantizar el estado de derecho, respetemos las leyes por mínimas que parezcan. Escuchemos al que piensa diferente y encontremos las coincidencias. Debatamos y aportemos para construir, no para obstaculizar. Tengamos visión de conjunto… Seamos consecuentes, eso que vivimos y queremos para nuestra familia y amigos, llevémoslo a las distintas esferas de la sociedad, incluidas sus instituciones. Atrevámonos a pensar que las cosas pueden ser diferentes.

Eso sí qué está a nuestro alcance… esas pequeñas acciones en las que todos participamos orientando nuestras capacidades hacia el bien de la mayoría cambiando nuestra actitud… constituyen el bien común.
Eso es lograr el bien común, yo estoy cansado de que me digan que no podemos. Podemos y debemos: tú, ¿te sumas?

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