viernes, 31 de enero de 2014

“ILEGAL, PERO LEGÍTIMO… EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS: ESPEJISMO EN MICHOACÁN”


 “ILEGAL, PERO LEGÍTIMO… EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS: ESPEJISMO EN MICHOACÁN”

Apenas el lunes pasado en una reunión con el Gobernador y el Comisionado para la Paz y Desarrollo en Michoacán, aturdido todavía por el aviso que daban las autoridades de que habían firmado un compromiso para llevar a la legalidad a las autodefensas, escuché de María Elena Morera (quien testificó la firma de ese acuerdo en Tepalcatepec) una frase lapidaria al referirse a ese fenómeno, son  “ilegales pero legítimas”.

La frase es absolutamente cierta, incluso reconozco que al principio la asumí sin más como una explicación lógica, pues además se suma a la de otros actores como la de Vivanco (de Human Rights Watch) que por esas mismas fechas desde Nueva York señalaba que las autodefensas eran un “mal necesario”. Sin embargo a poco que se reflexione  en ella se descubre el auténtico drama de nuestro sistema social y político. Sistema que recurre permanentemente a la simulación y al recurso de legalizar todo con tal de solucionar los problemas… que demuestra que estamos dispuestos a conservar una realidad que apuesta constantemente a la excepción por falta de valentía al afrontar el fondo de las cosas…de preferir al “apagafuegos” por sobre el estadista.

Estoy convencido de que el Gobierno Federal en su intento por solucionar el conflicto de Michoacán equivocó las formas al firmar un acuerdo (o lo que sea) con el grupo de autodefensas como miras a legalizar su situación. Me explico. Sin entrar a una valoración ética, tan ilegal las autodefensas como los maleantes que combaten. Es irrefutable que ambas son actividades ilegales, podrá discutirse el grado de cada una, pero  no el hecho de que están prohibidas por la ley. De ninguna manera puede justificarse alguna de las posiciones, a lo sumo tendremos elementos para entenderlas como fenómeno.

¿El estado acordando con un grupo en flagrante ilegalidad? ¿Acordando bajo presión por su levantamiento armado –aun legítimo-? … lo que importa es resolver el problema como sea… ¡pragmatismo político puro! ¿Y el derecho?...cierto que va siempre atrás de la realidad social, pero en este caso en concreto ya existía regulación, el problema era su inaplicación, su falta de vigencia.

Desde el punto de vista jurídico es muy discutible la validez de semejante documento, desde el político, la apuesta es muy grande por el enorme riesgo de un posible incumplimiento…sin más al día siguiente ya habían surgido nuevos grupos distintos a los firmantes y los líderes alardeaban  “que al gobierno no lo quedó de otra”.

El mensaje que se envía es el de un tratamiento diferenciado, un tanto maniqueo pues en la práctica señala a su juicio quiénes son buenos y quiénes son malos, y lo más preocupante es que refrenda la realidad de que en México todo es legalizable…todo puede regularizarse…incluso aquella conductas que violan las leyes, por legítimas que puedan ser sus consignas.  O que cualquiera puede arrogarse funciones básicas del estado argumentando omisión gubernamental…en fin que bajo esa premisa el derecho siempre pierde y damos cabida de manera institucional a todos los “Robin Hood” modernos. Se desperdicia así  una magnífica oportunidad para fijar precedente en un caso modelo sobre el requisito -hoy esencial para nuestro país - que es la construcción de un auténtico Estado de Derecho.

Podrá objetarse que la situación es extremadamente complicada, que no había otra opción, que es una actitud formalista o purista del derecho. Aclaro que no estoy en contra de los resultados o del objetivo, de hecho coincido, en que dada la base y aceptación social del fenómeno de las autodefensas, era necesario invitarlas a formar parte del orden establecido, sacándolas de la ilegalidad, pero cuidando las formas y los medios. Sentándose a dialogar sí, pero en situación de cumplimiento de la ley, deponiendo previamente las armas… sin presión ni pretexto para exigir después que las demandas legítimas por los canales institucionales adecuados…sin fomentar la excepción como regla.

Me parece riesgoso que el discurso pretenda centrarse en un debate entre  legitimidad  y legalidad…es jugar en la cuerda floja, pues en la práctica lleva a justificar la legalización de lo ilegal. Siendo que justamente la ausencia de legalidad (en todas sus formas: impunidad, incumplimiento de leyes, corrupción etc.) es la que ha generado la deslegitimación de la propia “autoridad”.

Es peligroso más aún, porque todos pudiéramos alegar la legitimidad de nuestras causas. Justificar así los fines permite utilizar cualquier medio para conseguirlos. Debemos entender que el caso de Michoacán consiste precisamente en la desatención y postergación de soluciones de fondo…que hoy estallan violentamente. Es urgente poner orden, ¡por supuesto! Pero no a costa de lo que sea  y como sea. De nada servirá forzar cierta apariencia de orden si no se va al fondo. Si no se reconstruye…si no se fortalecen las instituciones sociales y políticas comunitarias locales   -incluyendo por supuesto al estado- y eso implica congruencia en las medidas que se toman.


En esta situación –aun siendo hasta cierto punto extrema- es tan importante el fondo como la forma. El fin nunca justificará los medios. Mucho menos en temas jurídicos tan claros como el actual, que evidencia la omisión y renuncia del estado a una de sus funciones esenciales como es brindar seguridad a sus ciudadanos, lo que en la práctica ha generado vacíos de autoridad…ausencia del estado.  Y la ausencia de Estado se soluciona con Estado, fortaleciéndolo, dignificándolo, legitimándolo…la decisión de convenir con ellos (aunque el fin fuera bueno), flaco favor le hace al Estado pues lo deja en una posición de mayor debilidad en la que se expone como incapaz de hacer valer las leyes por sí mismo ante un grupo que- aunque legítimo- no deja de ser ilegal. Es pues el camino fácil que en lugar de sentar precedente al cumplir cabalmente las leyes y utilizando las figuras e instituciones previstas, ataja la posibilidad del cambio reduciéndola a más de lo mismo, pues no resuelve de fondo el asunto sino que lo patea generando un complicado escenario regional y nacional.





lunes, 27 de enero de 2014

“DESFACEDOR DE ENTUERTOS”




 “DESFACEDOR DE ENTUERTOS”

“Pues en tanta quiebra y desconcierto un solo remedio veo: que es dejar de remendar y de andar pidiendo votos de limosna, a mendigar en ello y comenzar por camino real y sin velámenes, a difundir la cosa de nuevo…” VQ.

Título del hombre que con enorme prestigio en la corte de Carlos V se encarga de resolver –con toda confianza y a petición expresa del monarca- los problemas más delicados… Oidor de la Segunda Audiencia que hace ya 500 años vive circunstancias similares en estas mismas tierras…injusticias, arbitrariedad, despojo y guerra, sufrimiento y violencia…pugnas y atraso y pobreza. Ayer, indígenas controlados y sujetados por un estado colonialista…hoy, sus descendientes…por un sistema social y político injusto, viciado…ideologizado… que los ha incapacitado para el esfuerzo enseñándoles a esperar todo dado…

Personaje que vive el drama de la teoría y la práctica…que de leguleyo y férreo impulsor del orden de la metrópoli pasa –al evidenciar la realidad de los más débiles- a autopista empedernido…que logra materializar y hacer vida los retos que la realidad de su tiempo y existencia le lanzan…que sabe responder e implicarse personalmente para colaborar en la resolución de los principales problemas…que sabe apostar todo –incluido- su prestigio… y que se arriesga a ensayar un nuevo orden social.
Incansable promotor de la “humanización” del orden vigente a través de una transformación total y profunda de la sociedad.

Protagonista de su época que logra trascender la coyuntura –con visión amplia- y que entiende y propugna y machaca una verdad atemporal: …el único modo de pacificar es la práctica de la justicia. Aventurero que consolida un auténtico cambio cultural a través de la comunicación y del diálogo a pesar de ser extranjero y no conocer la lengua de sus interlocutores.

Sin duda su principal mérito fue no postergar su respuesta hasta tiempos mejores y atreverse –pues se jugó la vida misma- a intentar el cambio de un orden violento que aseguraban era imbatible…

Como hacen falta a Michoacán idealistas comprometidos, que a ejemplo de Vasco de Quiroga sepan conjugar inteligencia y habilidad personales, con una voluntad firme para construir los espacios de paz, libertad, y dignidad que los michoacanos anhelamos. Ciudadanos valientes, comunes y corrientes que compartan sus ideales de reconstrucción de  la sociedad como un lugar de acogimiento filial en el que se sabe educar al otro, en el que se le recuerda su utilidad y necesidad de participación…en el que se le invita a recobrar su diginidad.…


Como hacen falta…Verdaderos desfacedores de entuertos que desembarazándose de sus antiguos lastres y miedos, luchen frontalmente contra las causas de la moderna esclavitud de los michoacanos: pobreza, droga, violencia… Lectores desafiantes de las circunstancias propias de su tiempo y de sus condiciones de vida. Hombres y mujeres muy de su tiempo, que, con visión certera de la realidad se deciden a buscar un futuro mejor para sus contemporáneos a través de una respuesta audaz y generosa.





lunes, 20 de enero de 2014

“EL CONFLICTO MICHOACANO EN CLAVE DE DERECHOS HUMANOS: TEORÍA Y PRÁCTICA”



“EL CONFLICTO MICHOACANO EN CLAVE DE DERECHOS HUMANOS: TEORÍA Y PRÁCTICA”

Como michoacano duele el nombramiento de un comisionado especial por parte de la Federación pues hace patente lo que ya era muy evidente, la debilidad e inviabilidad no solo del actual gobierno...sino de la estructura del estado en general. A nadie le gusta ver de manera tan disminuidas sus instituciones…aunque no se coincida con quienes las encabezan. Es una pena que tuviéramos que llegar a ese extremo, pero también me queda claro que era la única salida a estas alturas.

Debo confesar que como abogado siempre he propugnado por el restablecimiento de la paz y del orden públicos a través de la aplicación  irrestricta de la ley. Hoy, ante el complicado y dramático escenario real del conflicto me invaden sentimientos encontrados.

Por supuesto, que celebro la decisión de las autoridades de retomar el control del territorio y de la seguridad, es un hecho que eso debería suceder tarde o temprano. Por principio de orden y de subsistencia, el Estado, con todo su poder y medios a su alcance, debe recobrar su vigencia.

Al mismo tiempo pienso en las víctimas del conflicto, michoacanos de carne y hueso que sufren las consecuencias de manera directa…angustia, dolor, muerte…indefinición…desplazamiento…en fin una carga emocional y física importante. Son ellos, y nosotros los que permaneceremos aquí una vez que se recobre el control de la situación. El tema de fondo no es en sí mismo el control por el poder, que aunque vital, no constituye el problema. El problema es el drama humano, de sociedades y pueblos que han tenido que recurrir a posiciones extremas ante la ineficacia de sus reclamos y exigencias, a una forma de vida que sojuzga, que oprime…que ignora. De personas que han aceptado en algunos casos la violencia como forma de vida, que han convivido con actividades ilícitas o ilegales, o que son huérfanos de una guerra que inició ya hace algunos años. Que conforman ese tejido social roto y fragmentado…dolorido. El reto no es desarmar y controlar…eso se dará, aunque sea a la fuerza. El reto es ayudar a recobrar a los michoacanos, su esperanza, su desarrollo…en gran medida su dignidad. Michoacán hoy se debate por recobrar no solo su paz y orden, sino su identidad y dignidad.

Entender así el conflicto deja atrás, muy atrás, la fría salida jurídica…Sí…recobrar el control, pero no a costa de cualquier cosa…hay muchas personas en juego. Debemos vislumbrar ya el tema de la pacificación, de la reinserción de todos aquellos que formamos Michoacán… de reconstruir este estado a partir de lo que somos y queremos ser.

Sentimiento de impotencia ante la situación… ¿qué hacer desde la propia posición? Parece que no hubiera muchas opciones…por lo pronto, tratar de incidir en lo propio de cada uno. El camino será largo, vale la pena irse poniendo en marcha.

Hoy descubro que velar por los derechos humanos no solo es velar por verlos materializarlos en la práctica… no solo en el aspecto jurídico (que es la base) sino más allá…verlos vivos…incidiendo y tocando la realidad de sus titulares...sin olvidar que son ante todo medios para preservar lo más importante…que es la propia persona, el hombre mismo.

En situaciones extremas como la que vivimos hoy en Michoacán puede constatarse claramente la facilidad para que las cosas se salgan de control…Es indispensable se observen los límites y alcances establecidos para evitar abusos por parte de la autoridad sin que ello signifique restringir su labor.  Especialmente  cuidar de la población civil que padece el conflicto pues son los más vulnerables…la situación nos urge a todos. El sentido de responsabilidad debe movernos a la acción…no se vale permanecer inmóviles ni indiferentes…hoy eso es alta traición.

Vale la pena reflexionar sobre la responsabilidad de cada uno de nosotros- claro de ninguna manera directa- sobre lo que hoy sucede en nuestro estado...descubrir que consciente o inconscientemente hemos tolerado y permitido que nuestra sociedad llegue a ser lo que hoy es.

La vigencia y realidad de los derechos humanos en Michoacán se debate en esa delgada, y extremadamente difícil  línea, que divide la teoría y la práctica. 

  • El Autor es consejero ciudadano de la CEDH.



viernes, 10 de enero de 2014

“ENTRE MÁS AVANZAN MÁS SE DEBILITAN”: EL CASO DE LAS AUTODEFENSAS EN MICHOACÁN.


 
“ENTRE MÁS AVANZAN MÁS SE DEBILITAN”: EL CASO DE LAS AUTODEFENSAS EN MICHOACÁN.

A estas alturas la verdad es que ya no sé ni que pensar. Entre las declaraciones del Gobernador de Michoacán y  las del Secretario de Gobernación respecto de las autodefensas, de su papel protagónico y de su ayuda al estado en labores de seguridad, no me queda más que entender por qué es que hoy estamos como estamos.

No sé, ni creo que hoy haga diferencia, si quienes han tomado las armas y se han cubierto el rostro para reivindicar funciones de seguridad propias del Estado, sean ciudadanos bienintencionados (movidos por una real desesperación y frustración ante la impunidad y la inacción gubernamental), o miembros del crimen organizado…a estas alturas da igual...son circunstancias que explican el fenómeno pero que bajo ninguna óptica lo justifican legal o constitucionalmente.

En ambos casos, estamos ante actos  y hechos totalmente ilegales que vulneran el orden jurídico y el estado de derecho frente a la complacencia o –incapacidad- de la autoridad. Situación de facto que evidencia una profunda falla institucional y estructural que se muestra ante la debilidad del Estado en todos sus niveles de gobierno. Una situación en la que el Estado pareciera claudicar ante el abandono o la renuncia a sus funciones básicas. Una situación que evidencia una “estrategia” o la falta de ella, que, en el mejor de los casos es fallida y sin coordinación…que genera peligrosos vacíos de poder, o, peor aún, que apuesta por el desgaste y utilización de estos grupos como supuestos “coadyuvantes”…

Es sin duda una situación clara y evidente de vulneración de derechos humanos: económicos, sociales, culturales, a la seguridad pública, a la legalidad, a la seguridad jurídica, al trato digno, a la seguridad e integridad personal, a la vida, a la libertad  de tránsito, a la paz pública, etc. Es en el fondo… la justificación de un estado que elude su responsabilidad básica de garantizar seguridad pública.

Es urgente la actuación e intervención decidida de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en el tema. Ya la Comisión Nacional se pronunció sobre el fenómeno de las autodefensas en Guerrero en un informe especial puntual y valiente.

El uso de la fuerza por miembros de la sociedad civil  no es la solución a la situación actual pues además de que vulnera el orden constitucional y legal, representa un riesgo muy grande de que la espiral de violencia crezca, al mismo tiempo que afecta la gobernabilidad y cualquier esfuerzo por recuperar la seguridad pública…ya lo han advertido muchos… el riesgo de la paramilitarización es real, basta ver la experiencia colombiana.

Debe realizarse un informe preciso que permita conocer con claridad en dónde estamos parados, la magnitud del problema, el número de municipios y de ciudadanos afectados por los bloqueos y desplazados por la violencia… un diagnóstico que documente la realidad para de esa manera solicitar al Gobierno del Estado se implementen medidas inmediatas para recobrar las funciones de seguridad pública y garantizar la paz, y que cesen las violaciones de derechos humanos de los michoacanos, ya sean víctimas, protagonistas o desplazados del conflicto.

No es opcional, el estado tiene el deber de organizar el aparato gubernamental de manera que sea capaz de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos a través de la prevención  e investigación de sus posibles violaciones como este caso concreto. Y eso no está sucediendo hoy en Michoacán. ¿Qué esperamos? Como ciudadano lo exijo.

Efectivamente Señor Gobernador, entre más avanzan las autodefensas, dada la inacción, abandono y/o renuncia de las autoridades de los tres niveles de gobierno, más se debilitan…pero no ellos, sino las instituciones, la credibilidad de la “autoridad”…el propio Michoacán.



viernes, 3 de enero de 2014

“2014, AÑO DE VACAS FLACAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS EN MICHOACÁN”


 

“2014, AÑO DE VACAS FLACAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS EN MICHOACÁN”


Muy dura la situación para la Comisión Estatal de los Derechos Humanos financieramente hablando. Para este ejercicio su presupuesto anual no solo no creció ni se mantuvo igual, sino que se redujo considerablemente. Diez millones menos. Pasó de 49.5 millones en 2013 a 39.5 millones para el presente año. Considerando que el gasto de nómina para sus 139 empleados ascenderá a cerca de 33.3 millones, estamos hablamos de que la CEDH destinará el 84% de su presupuesto para sueldos y salarios, y deberá operar con poco más de 6 millones en el año, lo que significa quinientos mil pesos mensuales. El impacto de la reducción es muy importante y permite lecturas de todo tipo. Sin embargo las circunstancias están dadas y habrá que sortear la dificultad buscando alcanzar alguna ampliación presupuestal a lo largo del año.

En tiempos de carestía como los que vive Michoacán, es lógico que los recursos tan escasos, sean destinados a actividades, programas, obras y acciones que se consideren –de primera impresión-  esenciales y elementales. Obra pública, salud, seguridad, salud, alimentación, empleo, etc. El caso de los derechos humanos es muy sensible en este punto en particular, pues si a los no se les dota de contenido esencial, procurando su real vigencia quedan reducidos a una abstracción…entelequia… papel mojado… en el mejor de los casos a un lujo institucional que nuestro estado no puede darse hoy.

El reto de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para este año es igual de grande que su carencia presupuestal. Se tendrá que hacer mucho más con mucho menos orientando y aprovechando sus recursos y capacidades -más éstas últimas- de manera estratégica hacia su objetivo esencial que es concretar los derechos fundamentales en la vida diaria de los michoacanos. Eso requerirá mucha precisión, iniciativa, creatividad y rumbo…mucho rumbo. Que los esfuerzos se piensen y dirijan hacia un plan estratégico de la situación de los derechos humanos en Michoacán que sea fruto de un diagnóstico específico en el tema, que hoy por hoy todavía no existe.

Para ello la CEDH tendrá que demostrar que los derechos humanos deben ser prioritarios en la política pública estatal, que su actuación institucional justifica un incremento importante en su presupuesto pues además de que fortalece su propia autonomía, equilibra el funcionamiento y actuación de los órganos del estado. Demostrar que está dispuesta a privilegiar -de manera congruente con su misión- una cultura absoluta de transparencia y rendición de cuentas. Que en realidad, a sus 20 años de existencia, se consolida como una auténtica oficina del Ombudsman, y que se encuentra cerca de los ciudadanos, y que habla con autoridad, y que aborda los temas esenciales e importantes del estado…y que atiende e incide en los problemas que más duelen a los michoacanos. En suma… demostrar que la defensa y protección de los derechos humanos  –dadas las circunstancias políticas y sociales-  hoy en Michoacán es tan necesaria como pudieran llegar a ser los servicios de salud y  las propias obras públicas...En última instancia deberá demostrar…que está dispuesta a dejarse “la piel” en la noble labor de hacer realidad y concretar en la práctica los derechos humanos de los michoacanos y que tiene claridad de hacia dónde debe dirigir esos esfuerzos en el corto , mediano y largo plazos.

Claro que pesa el recorte, pues muchos planes, programa y proyectos, tendrán que esperar cuando en materia de derechos humanos Michoacán lleva muchos años de atraso… Sin embargo queda el consuelo de que los momentos de crisis tienen la bondad –si es que se orientan correctamente- de sacar lo mejor de las personas y de las instituciones, quienes ante la adversidad requieren crecerse para salir adelante. Así es, sin duda un año complejo, de vacas flacas, en el que se abre un horizonte histórico de oportunidades inmejorable que debe ser aprovechado para crecer internamente y para consolidar institucionalmente a la comisión. Y eso ahora depende en gran medida de la propia comisión.