“MICHOACÁN, EL CORAZÓN DE MÉXICO”
Por poco que nos empapemos en el tema, es fácil percatarse que
Michoacán ha ocupado a lo largo de su existencia un papel trascendente y
central en la historia de México…ha aportado hombres y mujeres muy valiosos…ideas…incluso
realidades…problemáticas y retos, que han transformado y condicionado la
identidad de lo que hoy es nuestra patria.
Desde el punto de vista por el
que se quiera analizar, el nuestro es un estado que ha sido y es hoy, referente
claro -en sentido positivo o negativo- de muchas temas y materias… indigenismo,
pluralidad y alternancia política, sindicalismo, educación,
migrantes…campo…narcotráfico y crimen organizado…viabilidad institucional de la
estructura estatal…sincretismo religioso…estructuras sociales…cooperativismo…y
una larga lista de etcéteras. Sin embargo la cuestión es saber por qué ha sido
así.
Hace algún tiempo se lanzó una
campaña publicitaria que presentaba a Michoacán como el alma de México. Creo que
actualmente sería mucho más preciso presentarlo como el corazón de México.
Michoacán se ha constituido hoy en un espejo del México profundo y de sus
problemas… un espejo en el que el resto del país puede ver el reflejo de las
injusticias centenarias, del descontento,
frustración…de sus ataduras…de sus miedos y fobias del pasado…de los
heridos…y es el corazón porque todos los problemas lo aquejan, y porque duele y
porque a través de su bombeo libera la presión de la injusticia social… porque
aquí se hacen evidentes, en carne y hueso
los principales problemas de una nación que ante la modernidad oculta muchos de
sus rostros…de sus afrentas…y te diría también que de sus sueños inalcanzados e
inacabados…de la realidad de un México que se debate entre el pasado y el
futuro…
Hoy ante la adversidad y las
miradas de muchos, vale la pena que reflexionemos sobre el estado que hemos
sido, que somos y el que queremos ser. Hoy hay entusiasmo, mucho… prisa y
urgencia…pasión. Que no falte también prudencia, visión, sensatez…calma…contenido…sentido…destino.
Es cierto…los problemas actuales nos urgen a actuar…pero de manera inteligente
y generosa, con objetivo y rumbo claro…haciendo bien las cosas…”Despacito y
buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas”, diría
Machado. Reconociendo la influencia y el peso que representa el que Michoacán y
los michoacanos estemos bien, con rumbo claro…con esperanza y optimismo ante
una crisis que abre de par en par las puertas a la oportunidad. Cuidando los
detalles y estando atentos… pues no estamos exentos de “tropezar y no hay
piedra más peligrosa que el propio
entusiasmo”.
Estoy convencido de que nuestro
estado está llamado a seguir ocupando ese privilegiado y estratégico…
neurálgico lugar dentro de la realidad política y social de nuestro país. De
ahí que tengamos la enorme responsabilidad de prepararnos y sentar la bases,
tanto personales como sociales e institucionales, que nos permitan estar a la
altura de los retos –por más duros que estos sean-, pues para bien o para
mal…Michoacán es hoy el corazón de México.
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