“LA POLÍTICA SOMOS NOSOTROS”
En momentos de
crisis como el actual, que supone además un cambio de época, caracterizado por
lo viejo que no termina de marcharse y lo nuevo que no termina de llegar,
valdría la pena tener la valentía de reconocer nuestra propia responsabilidad
en la situación y en el abandono de la auténtica labor política.
La política es el medio adecuado para dirimir y superar las
diferencias. Va a el fondo, cuidando la forma, pero si quedarse en ella…es una
especie de autoayuda colectiva que se vale permanentemente del diálogo, de mí
hacia los demás… “el lenguaje que permite hablarnos a nosotros mismos, pero que
nació para ser diálogo… el nosotros de nuestro yo” en palabras del indignado
español Monedero.
La política en México está rota, superada, muda…desconectada
de la realidad social, de su fundamento…de su propia naturaleza que es el
conflicto natural de lo común y de lo mundano, de esa síntesis vital de
intereses individuales que da lugar a un bien mayor y común.
En aras de simplificarnos la existencia, hemos entregado la
política y toda su actividad al estado y a los políticos. Sí, a ellos que sí
saben, la entienden y controlan. Nos desentendimos de resolver nuestros propios
problemas delegándolos a otros…hoy sufrimos las consecuencias “la gente decente
anda perpleja, y los canallas, envalentonados”. Sino pregúntale al amigo Layín.
Al resignarnos, cedimos y transigimos. Por ello hemos roto
nuestros lazos de convivencia social.… La política así entendida y vivida se ha
empeñado y se empeña en robarnos la decencia, la intención y la honestidad
propias del respeto a nosotros mismos… pero es importante revirar, recuperar
los espacios y dotarlos de nuevo contenido. Es nuestro deber denunciarlo y
exhibirlo.
La política no puede robarnos más nuestra identidad…la
verdadera política se basa en la convicción de que entre la gente común hay
posibilidades fuera de lo común…los ciudadanos estamos llamados a imprimirle
nuestro personal estilo…a meterle nivel.
Es vital que decodifiquemos la actividad política mostrándola
accesible a todos…porque nos afecta a todos…porque trata de los problemas y
asuntos de todos. Es imperativo desacralizarla, explicarla y bajarla a la calle
donde la gente decente camina su vida…donde en realidad se gesta y de donde
nunca debió irse. Debe dejar la academia y el tecnicismo y convertirse en
hechos que impacten la vida de los ciudadanos...ubicándola en su justo medio,
ni práctica sin teoría, ni ceguera sin utilidad.
La política solventa los problemas derivados del
conflicto…implica objetivos comunes y coacción. Hoy es esencial para generar
los cambios de ritmo que nos permitan salir del marasmo en el que nos hayamos.
Si ha faltado política es porque nosotros hemos fallado, pues “la política es
el reflejo de los dolores de cada época, de la forma en que se entienden y de
la manera en que se remedian”… en el fondo la política somos nosotros…y la
manera en que afrontamos nuestra propia responsabilidad en la colectividad.
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