“OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES: POLÍTICA DE BUENAS INTENCIONES”
Ayer fui duramente cuestionado y
criticado durante una intervención al seno de la FUCIDIM (Fundación Ciudadana
para el Desarrollo Integral de Michoacán) sobre mi visión de la estrategia
federal en Michoacán.
Valientes y preparadas señoras me encararon
cuestionándome el por qué me atrevía a señalar como acertadas las declaraciones
del Gobernador del Estado en las que reconoció que al ser su gestión, una
administración de transición, aceptaba que no alcanzaría a realizar muchas de
sus metas, pero que se enfocaría en tratar de dejar un gobierno fuerte como
principal aportación.
Al final, terminamos la reunión,
intercambiamos puntos de vista y coincidimos en los temas de fondo…Te comparto
mi reflexión.
Creo que este es un momento de
sumar y sumar, de encontrar en nuestras ideas y hechos los puntos de
coincidencia, que hoy son muy escasos. Por eso destaco la postura del
gobernador, no desde una posición meramente gobiernista, ni idealista, ni
ilusa, mucho menos, conformista…lo cual no puede aceptarse en las condiciones
extremas de nuestro estado. Lo destacaría de cualquiera…Fortalecer las
instituciones implica que funcionen por sí mismas con el riesgo de
equivocación, señal de que están vivas.
Lo celebro por la simple razón de
que es lo más sensato y prudente que he escuchado desde el sector público en
los últimos tiempos. Tiempos que se han
caracterizado por la actuación de un gobierno que no ha sido, ni es autoridad,
que se rehusa a entender que la legalidad es fuente importantísima de su
legitimidad… que ha perdido fuerza…dignidad. Y que hoy al menos en sus
intenciones, lo reconoce.
Por supuesto que en 13 meses no
logrará que Michoacán cuente con un gobierno fuerte, ni él ni nadie, pero parte
de una intención y del planteamiento de una idea, de una visión…muestra
voluntad de hacer algo. Y eso nos lleva necesariamente a pensar en los cómos.
Es indispensable tener la intención de hacer algo para después llevarlo a la práctica.
En Michoacán todos somos expertos en generar ideas y soluciones, pero
fracasamos en esos “cómos”, no logramos ponernos de acuerdo, rompemos la
voluntad de cambio de muchos, antes incluso de empezar un proyecto… y la
“grilla” termina por dejarnos peor…estancados, sin cambio…estáticos…
Es cierto que en política –y en
la vida misma- no valen sólo las buenas intenciones…son importantes, pero no
suficientes…se requieren hechos concretos y objetivos que impacten en la
realidad. Más aún en este crucial momento por el que atraviesa Michoacán. Pero
sumemos y reconozcamos cualquier atisbo de sensatez -venga de donde venga- en
un ambiente repleto de surrealismo y cinismo puros. Y por supuesto, como reza
el dicho… obras son amores y no buenas razones…
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