viernes, 1 de agosto de 2014

“Y EN MICHOACÁN ¿QUIÉN DA LA CARA”?



“Y EN MICHOACÁN ¿QUIÉN DA LA CARA”?

En verdad que cada día entiendo menos la lógica política en Michoacán. El estado se encuentra en una situación de excepción de facto…no reconocida en el discurso, pero si al tratar de justificar las soluciones y decisiones que se implementan. Sí, pero no. Lo excepcional y lo normal conviven de manera promiscua, llevando a la normalidad  lo que es excepcional.

Ante la percepción del incremento del índice delictivo, de falta de información y claridad en el avance de la estrategia de seguridad, la presidenta de la comisión de justicia del congreso, solicitó la comparecencia del secretario de seguridad pública. El Gobierno del Estado contestó formalmente a dicha petición señalando su improcedencia por no haber sido realizada  por la comisión a que correspondía. Días después los diputados de oposición intentaron otra solicitud de comparecencia vía el pleno del congreso… nuevamente fue rechazada… ahora al seno del propio congreso.

Las instituciones se fortalecen a través de su propio funcionamiento. De su regularidad…de la certeza que otorga la ley. El Estado michoacano tiene un profundo problema de legitimidad y debilidad institucional. La estructura y el concepto propio de estado se encuentra desvirtuado y desdibujado…confundido, perdido…

Si en verdad queremos que regrese la normalidad a Michoacán es indispensable propiciar que las alicaídas instituciones locales empiecen a funcionar de manera ordinaria. El nombramiento de un gobernador sustituto abonó positivamente en ese sentido. Al fin se notaba algo de certeza ante un escenario convulso e indefinido que parecía no terminar. Ahora, inmersos todavía en una intervención federal, que debe ser entendida como excepcional, debe darse paso a que las instituciones nuevamente encuentren su equilibrio natural…que el gobierno administre, que recobre su poder y autoridad…que el congreso nuevamente sea el foro del debate político y de la representación social, que ejerza su principal función que es controlar al ejecutivo. Debe facilitarse la transición a un Michoacán en el que se renueve la clase y la visión políticas, en el que los ciudadanos contemos y seamos considerados… Eso requiere transparencia…diálogo…apertura.

Hay varios temas de fondo que parecieran no estar resolviéndose y que han generado dudas y cuestionamientos…situaciones que tarde o temprano podrán tener importantes consecuencias…mando único de policía, conformación de la fuerza rural, despido de elementos de seguridad por no haber acreditado el examen de confianza, incorporación de policías provenientes del Estado de México, situación real de las autodefensas, etc. Poco se sabe… existe gran desinformación ciudadana y mucha incertidumbre. Lo menos que esperamos es que se cancele la posibilidad de una explicación a través de los canales institucionales adecuados.


Más allá de los tecnicismos legales –si corresponde a una comisión u otra del Congreso solicitar la comparecencia del secretario de seguridad pública y del procurador- está el interés colectivo y el derecho de la sociedad michoacana de conocer el estado que guarda la estrategia y las acciones en materia de seguridad. Eso tendría que nacer espontáneamente del Gobierno del Estado sin siquiera mediar solicitud de los diputados. No se entiende entonces por qué buscar argumentos desde el Gobierno para no acudir, no explicar, no justificar, no transparentar ni informar a los representante populares…mucho menos se entiende el que los propios diputados bloqueen e impidan esa comparecencia…Eso es obstinarse en que las instituciones sigan sin funcionar…y a la postre es no dar la cara en un tema crucial para los ciudadanos. 


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