“INFORME DEL CONSEJO CIUDADANO CEDH, AUTÉNTICO EJERCICIO DE RENDICIÓN
DE CUENTAS”
El próximo
miércoles rendiremos un informe ante los michoacanos sobre nuestra gestión como
consejeros ciudadanos de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Un
ejercicio de rendición de cuentas novedoso y netamente ciudadano.
Sin duda que estos 2 años han
representado una época muy complicada en materia de derechos humanos en nuestro
estado. Como órgano consultivo tomamos los acuerdos necesarios a fin de atender
cada uno de los asuntos de la mejor manera posible dentro del ámbito
competencial de la propia comisión….lamentablemente en algunas ocasiones no
fueron atendidos en su totalidad al momento de su ejecución.
Así en el caso de la crisis de
tierra Caliente se acordó el envío de la unidad móvil de atención (ombudsmóvil)
y de brigadas multidisciplinarias compuestas por médicos, psicológos y abogados
para prestar atención a la población en la zona de conflicto. Se instruyó la
realización de un estudio diagnóstico sobre el tema, así como el seguimiento y
acompañamiento permanente por parte de las visitadurías de esa región.
De igual manera se solicitó al
Ejecutivo Federal –en términos de la reciente reforma garantista de 2011- la
declaración de estado de excepción, pues consideramos era la respuesta técnica
correcta para brindar mayor certeza y acotar la actuación estatal, así como
reforzar el carácter de imposible suspensión de las garantías y derechos
fundamentales de los ciudadanos afectados por el conflicto.
En el tema del Albergue de Mamá
Rosa en la ciudad de Zamora, se acordó dar seguimiento puntual y de franca
colaboración con las autoridades de los distintos niveles de gobierno a fin de
preservar en todo momento el interés superior de los menores, lo que derivó en
un programa de revisión de albergues en todo el estado.
También levantamos la voz y
fijamos pronunciamientos puntuales en temas delicados, como el del uso de la
fuerza de manera proporcional ante el vandalismo y la inacción gubernamental en
las marchas y manifestaciones de los normalistas, sobre la violación de
derechos humanos por la aplicación del uso del polígrafo y ante la demora e
inconsistencia en el trámite de quejas al interior de la propia comisión,
llegando incluso a tomar importantes decisiones en materia disciplinaria. De
todo ello ha quedado constancia pública en los medios de comunicación, en los
boletines y pronunciamientos respectivos.
Solicitamos la atracción de
asuntos importantes y paradigmáticos para su estudio y resolución derivando en
recomendaciones generales como el relativo al uso del polígrafo para la
evaluación de los agentes de seguridad estatal.
Agradezco a mis compañeros
consejeros su entrega, pasión y generosidad en el desarrollo de un trabajo
ordinario intenso y constante con el objetivo claro de lograr un cambio
auténticamente cultural en la institución.
A manera de retroalimentación y
jamás como justificación debo señalar, que las diferencias de criterio y de
actuación que en algunas ocasiones tuvimos con el presidente de la comisión se
debieron a contrastes generados por un diferente ritmo y visión sobre los temas
abordados. Las instituciones se mantienen en una dinámica y en una lógica
distintas a la de los ciudadanos, que en muchos casos parecieran ir en sentido
opuesto generando desconfianza e incredulidad ante la escasa eficacia para
procesar y resolver las exigencias y verdaderos problemas.
En el fondo,
pareciera que existe una disociación entre los intereses de poder público y la
de los ciudadanos…una falta de acuerdo en el objetivo y los fines que
perseguimos, en la que debiera ser nuestra meta común. Pareciera que muchas veces no hablamos el mismo lenguaje.
Sin duda que con el tiempo y la perseverancia ciudadana debería terminar por impregnarse con un
estilo más fresco y dinámico el quehacer propio de la comisión.
Por supuesto que quedan
pendientes…y muchos. Pero sobre todo grandes retos que la Comisión debe
asimilar para caminar en el sentido que le permita ser la institución que está
llamada a ser y que hasta hoy no ha sido. Michoacán lo reclama…lo espera.