jueves, 22 de noviembre de 2012

“SABER CAMBIAR EL RUMBO SIN IR CONTRA CORRIENTE”




“SABER CAMBIAR EL RUMBO SIN  IR CONTRA CORRIENTE”

Nadie puede negar que Michoacán tiene –y ha tenido desde siempre, a pesar de los pesares- un encanto especial, un algo mágico, una autenticidad que resalta, que atrae. Ezio Cussi, en sus “Memorias de un colono” lo define como “tierra noble, hermosa, rica donde el hombre que tiene verdaderos deseos de triunfar, tiene forzosamente que lograrlo, porque ella reúne los elementos para satisfacer al más exigente, al más ambicioso…”

Sin duda una de las características básicas y más retadoras para los michoacanos de hoy ante la serie de acontecimientos de nuestra agitada realidad política y social, es saber interpretar esa actitud y habilidad para leer los signos de los tiempos y de las circunstancias que nos ha tocado vivir. En el fondo,  ese es uno de los retos de cualquier ser humano, saber entender la misión propia que le corresponde realizar con las características personales y con las circunstancias espaciales y temporales que son inherentes a su existencia, con la sabiduría y experiencia de no llegar a “romper” o a imponer ideas o proyectos por la fuerza, sino lograr convencer y  mover a través  del arrastre producido por la propia experiencia y ejemplo de vida.

El cambio que Michoacán  requiere es un cambio cultural…de mentalidad…paradigmático.

El tener la capacidad de lograr y alcanzar los propios sueños por grandes que parezcan implica espíritu de aventura y magnanimidad para encarar los retos que un objetivo de esas dimensiones acarrea. Implica en última instancia un compromiso vital que reclama congruencia con una altura de miras probada.

El logro más importante a alcanzar en estos difíciles momentos… llegar a cambiar los paradigmas vigentes;  el no se puede, el es imposible, el vas a fracasar y… todo ello, sin violentar las costumbres y la dignidad de nuestros contemporáneos, sino más bien consolidando y cultivando  su amistad y la estima social. Siendo realmente hombres de nuestro tiempo… con arrojo, ambición y capacidad para afrontar el riesgo…demostrando aversión a los términos medios. ¡Eso es saber cambiar el rumbo sin ir contra corriente!

 

Al final queda en evidencia que, independientemente de las razones y los porqués de la vida, es Michoacán una tierra que atrae, que responde, que castiga y que premia…que modela el carácter, que forja… pero que exige una entrega total de los hombres de su tiempo. Que exige que logremos cambiar su rumbo sabiendo interpretar la realidad y los signos de los tiempos…sin romper… sin violentar… sino más bien con el testimonio y congruencia de la propia vida. Eso lo entendieron y demostraron muchos de nuestros antepasados en Michoacán ¡Y hoy este apasionante estado nos lo reclama a nosotros!


@agcussi

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