jueves, 4 de julio de 2013

“ANTE EL MICHOACÁN DE HOY, LA COMISIÓN ESTATAL DE DERECHOS HUMANOS, TIENE EL DEBER Y COMPROMISO DE ASUMIR EL PROTAGONISMO INSTITUCIONAL AL QUE ESTÁ LLAMADO”


 
 
“ANTE EL MICHOACÁN DE HOY, LA COMISIÓN ESTATAL DE DERECHOS HUMANOS, TIENE EL DEBER Y COMPROMISO DE ASUMIR EL PROTAGONISMO INSTITUCIONAL AL QUE ESTÁ LLAMADO”

 

Comparto con ustedes estimados lectores, que el día de ayer, después del proceso de selección y comparecencia respectivo –junto a 3 destacados perfiles – protesté ante el Congreso del Estado como consejero ciudadano de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Se trata de un cargo honorífico  para un período de 2 años que entre otras responsabilidades, tiene la de fijar los lineamientos generales  que debe seguir la Comisión Estatal de Derechos Humanos en la materia de su competencia.


Reconozco el nombramiento como un honor y una oportunidad de servir a Michoacán y a su gente y celebro la integración de un consejo ciudadano en el que claramente se apuesta por una recarga generacional de las instituciones (rasgo que se ha repetido en la integración de otros órganos autónomos de Michoacán como el caso del Instituto Electoral y en el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información). Un consejo que de inicio da muestras de apertura y de disposición para construir, de aportar su talento para construir en pro de los derechos humanos de los michoacanos…que invita a sumarse y a retomar las propuestas valiosas de los expertos y de los defensores que participaron en el proceso de selección, a los consejeros suplentes y a todos  los ciudadanos que así lo deseen, pues todos tenemos algo que aportar. ¡El reto apenas comienza!


No cabe duda que la percepción ciudadana sobre la actuación de los organismos de derechos humanos no es del todo halagadora… no se trata de un tema fácil. Los ciudadanos asocian la defensa de los derechos humanos con la defensa de los delincuentes…es urgente trabajar en revertir esa percepción y en ganar la confianza de la ciudadanía. De ahí que una política de total apertura y transparencia absoluta del funcionamiento de la comisión, así como una decidida, congruente e independiente actuación tendiente a generar acciones predecibles por parte de la autoridad, sean hoy, no una concesión de buena voluntad, sino un requisito indispensable para recobrar su credibilidad y  autoridad. El poder de las instituciones depende de la confianza que se deposita en ellas.

En referencia a la situación actual de Michoacán, es necesario recalcar que la existencia de Estado de Derecho está condicionada a la eficaz protección de los derechos humanos, y la eficaz protección de estos requiere, sin duda, de las condiciones mínimas para su realización que solo la vigencia del Estado de Derecho provee. Si no hay orden, si no se cumple la ley, si no se abordan valientemente y con ánimo constructivo los temas de  fondo que vulneran y sistematizan y justifican la violación de los derechos de terceros para hacer valer los propios, no puede pensarse en el respeto de los derechos humanos. Los derechos humanos constituyen la razón de ser del Estado de Derecho.

 

Es imperativo que la CEDH esté presente en la generación de la agenda y de la opinión pública…en la formación de los ciudadanos…en la generación de nueva cultura y en la construcción de los nuevos paradigmas…no bastan las recomendaciones. Su función ha de condicionar la actuación del gobierno, orientándolo además en todo momento a proyectar y aterrizar en condiciones de bienestar común y acceso real a los ciudadanos los derechos –y obligaciones- de que son titulares. Para ello se requiere una agenda clara y ambiciosa que tenga siempre en la mira a las y los michoacanos…desarrollar un plan de trabajo que privilegie la prevención a la reacción…hay que llegar a tiempo a prevenir las violaciones de los derechos…sobre todo si los diagnósticos y estudios ya tienen bien ubicados los principales problemas en la materia.


En el fondo, creo que el reto fundamental será que la Comisión Estatal de Derechos Humanos reconozca y asuma el rol institucional que le impone la realidad política y social de Michoacán como corresponsable en la construcción y vigencia de un real estado de derecho. Eso conlleva necesariamente el rompimiento de paradigmas y la necesidad de dotar de contenido y significado su función. Implica recobrar su natural protagonismo, recuperar la confianza ciudadana, en definitiva… ganar en “autoridad”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario