“CAMBIAR LAS
INSTITUCIONES…CUESTA”
En reiteradas ocasiones en esta misma columna hemos abordado
la necesidad de concretar los cambios en las instituciones de Michoacán, más
aún en los tiempos actuales en la que la realidad impone carácter de urgencia
dada la extrema debilidad y compleja situación a resolver. El tiempo apremia…
Sin embargo, los grandes cambios
no pueden darse de la noche a la mañana. Menos en un estado como el nuestro en
el que muchas cosas no funcionan bien desde hace mucho tiempo, y en el que las
inercias, intereses o simplemente la conformidad con la rutina frenan cualquier
esfuerzo por cambiar. Las grandes transformaciones son el resultado de la suma
de pequeños cambios y mejoras. Decididos, claros y contundentes, pero graduales.
Los cambios profundos asustan. Sin duda hay que ir por ellos, paso a paso para
que los resultados que se vayan obteniendo tengan consistencia y permanezcan.
Se requiere ir hilando fino,
sumando coincidencias y esfuerzos y voluntad…mucha. Convencer…empujar, empujar
y empujar. Conociendo la realidad y problemática propia de la institución. Vencer
la resistencia al cambio requiere sensibilizar al otro de la trascendencia de
su tarea o de su función. Pero siempre serán estas tareas de mediano y largo plazo.
Sin duda, que el aventurarse a
estas empresas de manera seria y decidida, implica a la persona toda, y de
cierta manera compromete el propio prestigio… corriendo el riesgo de llegar a
ser evaluado solo por los resultados de la causa.
Como consejeros ciudadanos de
derechos humanos hemos aceptado el
nombramiento honorario para llevar el sentir ciudadano al seno de la comisión.
Es por eso que compartimos el sentimiento de impotencia y de urgencia de muchos
que ven en el actuar de la CEDH una respuesta tibia o una especie de omisión
ante el complejo problema que aqueja a Michoacán. Siempre seremos críticos
constructivos del desempeño de la institución, apostando por el éxito y
mejoramiento de la misma.
El consejo también quiere
resultados. Ante la falta de respuesta y
de estrategia clara y oportuna -así lo atestiguan los extensos debates y las
actas levantadas en cada una de las sesiones- para atender la problemática de
Tierra Caliente, se solicitó presencia permanente en la zona de conflicto y
envío de oficinas móviles, de personal de salud y de asistencia jurídica. También se solicitó un informe detallado que
permitiera conocer el estado de la situación a fin de informar a los ciudadanos
michoacanos, así como una actuación coordinada con la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos…informe que aún no es entregado…coordinación que no ha
existido. Así es la brega del cambio…se avanza y se retrocede…estira y afloje.
Sin dejadez, pero con prudencia.
También se ha avanzado en el tema
de transparencia…ya se publican claramente las percepciones de los funcionarios.
Se han incorporado cambios importantes en la presentación de información de
quejas y recomendaciones y en el control
del ejercicio del presupuesto.
Pretendemos revitalizar las
relaciones con las organizaciones de la sociedad civil y generar un programa
estratégico que marque el rumbo de la institución incidiendo en la política
pública y en los temas más sensibles de los ciudadanos... Vamos ahora a la
revisión de perfiles del personal para que cada quien se encuentre en el área y
responsabilidad que mejor pueda desempeñar…Después viene insistir en la real
autonomía de la CEDH y en el restablecimiento de su presupuesto.
Sin duda son pequeños cambios que
pretenden ir consolidando otros de fondo, que impacten en la cultura de
entender y reaccionar ante la realidad…de reasumir responsabilidad y
autoridad…de hacer las cosas de manera distinta. ¡Cómo cuestan los cambios!…
El actual es un tiempo muy
propicio para cambiar de fondo los paradigmas vigentes que han impedido que
Michoacán camine al futuro...para fortalecer, reconstruir o en algunos casos,
refundar las instituciones. Si no es en situaciones excepcionales como las
actuales… ¿cuándo? Sin embargo, el cambio cuesta…más si quienes las encabezan pareciera
no comparten ese sentido de urgencia, de trascendencia o de pasión.
A pesar de todo, sigo convencido
de que la Comisión Estatal de los Derechos Humanos está llamada a desempeñar un
papel fundamental en el fortalecimiento institucional de Michoacán. –Hay gente
muy valiosa dentro que tiene ganas de colaborar y aportar y que con su trabajo
diario nos ayudarán a “mover” a la CEDH…por supuesto que cuesta cambiar a las
instituciones…nunca nadie dijo que fuera sencillo.
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