viernes, 14 de febrero de 2014

“CAMBIAR LAS INSTITUCIONES…CUESTA”



 “CAMBIAR LAS INSTITUCIONES…CUESTA”

En reiteradas ocasiones en esta misma columna hemos abordado la necesidad de concretar los cambios en las instituciones de Michoacán, más aún en los tiempos actuales en la que la realidad impone carácter de urgencia dada la extrema debilidad y compleja situación a resolver. El tiempo apremia…

Sin embargo, los grandes cambios no pueden darse de la noche a la mañana. Menos en un estado como el nuestro en el que muchas cosas no funcionan bien desde hace mucho tiempo, y en el que las inercias, intereses o simplemente la conformidad con la rutina frenan cualquier esfuerzo por cambiar. Las grandes transformaciones son el resultado de la suma de pequeños cambios y mejoras. Decididos, claros y contundentes, pero graduales. Los cambios profundos asustan. Sin duda hay que ir por ellos, paso a paso para que los resultados que se vayan obteniendo tengan consistencia y permanezcan.

Se requiere ir hilando fino, sumando coincidencias y esfuerzos y voluntad…mucha. Convencer…empujar, empujar y empujar. Conociendo la realidad y problemática propia de la institución. Vencer la resistencia al cambio requiere sensibilizar al otro de la trascendencia de su tarea o de su función. Pero siempre serán  estas tareas de mediano y largo plazo.

Sin duda, que el aventurarse a estas empresas de manera seria y decidida, implica a la persona toda, y de cierta manera compromete el propio prestigio… corriendo el riesgo de llegar a ser evaluado solo por los resultados de la causa.

Como consejeros ciudadanos de derechos humanos  hemos aceptado el nombramiento honorario para llevar el sentir ciudadano al seno de la comisión. Es por eso que compartimos el sentimiento de impotencia y de urgencia de muchos que ven en el actuar de la CEDH una respuesta tibia o una especie de omisión ante el complejo problema que aqueja a Michoacán. Siempre seremos críticos constructivos del desempeño de la institución, apostando por el éxito y mejoramiento de la misma.

El consejo también quiere resultados.  Ante la falta de respuesta y de estrategia clara y oportuna -así lo atestiguan los extensos debates y las actas levantadas en cada una de las sesiones- para atender la problemática de Tierra Caliente, se solicitó presencia permanente en la zona de conflicto y envío de oficinas móviles, de personal de salud y de asistencia jurídica.  También se solicitó un informe detallado que permitiera conocer el estado de la situación a fin de informar a los ciudadanos michoacanos, así como una actuación coordinada con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos…informe que aún no es entregado…coordinación que no ha existido. Así es la brega del cambio…se avanza y se retrocede…estira y afloje. Sin dejadez, pero con prudencia.

También se ha avanzado en el tema de transparencia…ya se publican claramente las percepciones de los funcionarios. Se han incorporado cambios importantes en la presentación de información de quejas  y recomendaciones y en el control del ejercicio del presupuesto.

Pretendemos revitalizar las relaciones con las organizaciones de la sociedad civil y generar un programa estratégico que marque el rumbo de la institución incidiendo en la política pública y en los temas más sensibles de los ciudadanos... Vamos ahora a la revisión de perfiles del personal para que cada quien se encuentre en el área y responsabilidad que mejor pueda desempeñar…Después viene insistir en la real autonomía de la CEDH y en el restablecimiento de su presupuesto.

Sin duda son pequeños cambios que pretenden ir consolidando otros de fondo, que impacten en la cultura de entender y reaccionar ante la realidad…de reasumir responsabilidad y autoridad…de hacer las cosas de manera distinta. ¡Cómo cuestan los cambios!…

El actual es un tiempo muy propicio para cambiar de fondo los paradigmas vigentes que han impedido que Michoacán camine al futuro...para fortalecer, reconstruir o en algunos casos, refundar las instituciones. Si no es en situaciones excepcionales como las actuales… ¿cuándo? Sin embargo, el cambio cuesta…más si quienes las encabezan pareciera no comparten ese sentido de urgencia, de trascendencia o de pasión.


A pesar de todo, sigo convencido de que la Comisión Estatal de los Derechos Humanos está llamada a desempeñar un papel fundamental en el fortalecimiento institucional de Michoacán. –Hay gente muy valiosa dentro que tiene ganas de colaborar y aportar y que con su trabajo diario nos ayudarán a “mover” a la CEDH…por supuesto que cuesta cambiar a las instituciones…nunca nadie dijo que fuera sencillo.


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