viernes, 7 de febrero de 2014

“DESPUÉS DE LA TORMENTA…REPENSAR A MICHOACÁN”




“DESPUÉS DE LA TORMENTA…REPENSAR A MICHOACÁN”
Sumidos en una realidad tormentosa que da signos de ceder y que nos ha enfrentado como michoacanos a la cruda verdad, haciéndonos aceptar ayuda para curar la herida y su putrefacción. Realidad compleja que a través de los ojos del país y del mundo nos han permitido vernos de manera distinta, quizá con mayor valentía y amplitud. A través de los otros hemos podido constatar su dimensión. Instituciones básicas muy debilitadas, principios y códigos de conducta difusos y complejos… los “heridos”, muchos. La autoridad…nula.

Más allá del análisis político o jurídico del tema, del que se ha escrito suficiente, quisiera plantearte la inmensidad del reto y de la misión que como ciudadanos tenemos delante de cara a la reconfiguración de nuestro estado ante la intervención del Gobierno Federal.

Habrá que aprovechar los apoyos…los que sean y de donde sean…muchos o pocos. Pero siempre teniendo claro que esa ayuda extraordinaria -que incluso podría rayar en la intromisión- debe ser transitoria por su carácter subsidiario. Solo en tanto se resuelven las condiciones más urgentes y apremiantes.

La “normalización” de la vida social se irá dando gradualmente, pero implicará una labor personal y comunitaria muy profunda. Sin embargo, siempre después de los períodos de crisis, de tormenta, viene la calma…un período este, sumamente valioso para reflexionar sinceramente y corregir el rumbo, para evaluar, soñar con nuevos derroteros y concretar los cambios a través de la siembra de las semillas que nos permitirán cosechar frutos futuros. Tiempo que abre oportunidades estupendas para reconstruir –que no empezar de cero-, retomando lo esencial.

Es importante ir desterrando del imaginario colectivo  la idea de la “salvación externa”. Michoacán requiere que sus instituciones, sus leyes y sus ciudadanos, funcionen por sí mismos. Debe quedar claro que vivimos una situación excepcional de descomposición que no puede repetirse nunca más. Que hoy los michoacanos queremos reescribir nuestra historia, que estamos decididos y dispuestos a esforzarnos para tener orden, progreso y paz…y que lo lograremos, pues lo hemos demostrado en otras ocasiones. Que reconocemos la magnitud del problema y que al mismo tiempo visualizamos la amplitud de las oportunidades.

Ante ello es necesario fortalecer nuestras instituciones, y eso significa pensar qué estado queremos a mediano y largo plazo, qué instituciones consolidar…qué tipo de líderes apoyar…qué parte de la historia queremos retomar…

Pensar en la necesidad de apostar a la formación de nuevos líderes sociales y de la nueva generación de gobernantes…

Estar abiertos a nuevas ideas…al cambio de paradigmas. Pensar cómo dotar de autoridad y legitimidad lo que hoy luce indigno y  manchado…Cómo dignificar un Michoacán que ha sido calificado como narco estado o estado fallido…que hoy está mancillado pero con la esperanza puesta en el futuro. Pensar cómo volver a tener confianza en Michoacán…repensarlo.

Sería un desperdicio desaprovechar las circunstancias actuales sin apostar al cambio cultural que aspire a superar los paradigmas que hoy nos han llevado a tocar fondo como estado.

Es momento de afrontar la reconstrucción de Michoacán, y para ello es esencial revalorar, recordar y refrendar en la práctica de la vida diaria, el significado de conceptos esencialmente ciudadanos como: respeto, compromiso, unidad, diálogo, visión, comunidad, participación, paz, esfuerzo, honor, generosidad, honradez, orden…legalidad…legalidad…legalidad, etc.

No podemos olvidar que Michoacán es y será, lo que los ciudadanos somos o queramos ser…Michoacán somos nosotros… es nuestro y hoy tenemos la oportunidad y deber de reconstruirlo… ¡de repensarlo!


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