viernes, 27 de junio de 2014

“LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA DE LO COTIDIANO”



"LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA DE LO COTIDIANO"

Frente a una realidad caracterizada por un ambiente de constante simulación en la que las cosas se dejan como están pretendiendo aparentar  de manera permanente que se quieren cambiar. Los maestros hacen como que enseñan y los alumnos como que aprenden…los trabajadores como que trabajan y los patrones como que les pagan… los políticos como si les importáramos y los ciudadanos  como si les creyéramos. Vale recordar que sin duda, es la “sinergia de microutopías” y la coincidencia de ciudadanos idealistas a través de su esfuerzo diario, los que pueden generar un verdadero y contundente cambio social, político y cultural…una auténtica revolución silenciosa de lo cotidiano.

En nuestra vida cotidiana hay que luchar contra infinidad de batallas que a la mayoría de los ciudadanos les resultan invisibles porque ni siquiera las sienten como propias, por lo que en esta entrega te presento 7 reglas o hábitos  básicos que los ciudadanos debemos observar para librar con éxito esa auténtica revolución cotidiana. Ojalá que los políticos y gobernantes tomen nota, pues les aplica por igual.

1.    “No hay que hablar demasiado sino actuar mejor”. El diálogo no puede eternizarse. Frente a nuestros problemas actuales urge poner término, fechas límite…mañana será tarde.

2.    “Quien es capaz de lo pequeño es capaz de lo grande, quien no es capaz de lo pequeño no es capaz de lo grande”. Principio básico de magnanimidad.

3.    “Quien está dispuesto a transigir con los medios no tardará en transigir con el fin”. Un auténtico ciudadano prefiere honra sin corona antes que corona sin honra.

4.  “Quien no cultiva sus propios talentos y los aporta a la sociedad, roba: no da lo que podría dar”. Responsabilidad personal llevada a la cima social…se complementa con la afirmación de quien no está donde debiera estar –trabajo, familia, etc.- falta a la ética, y a la justicia.

5.     “Ni el justo, ni el genio, ni el santo confieren a nadie ningún derecho especial, pues la recompensa está en la virtud misma”. La grandeza de un pueblo se mide por las virtudes de sus ciudadanos.

6.    “No basta (ni siquiera es necesario) afiliarse a un partido para considerarse político, pero no se tiene un verdadero corazón democrático y moral sin un alma y una cultura políticas animadas por la sabiduría, a falta de la cual todo es doctrinarismo”.  Abundancia de ciudadanos teóricos, sobre todo a la hora de exigir derechos. ¿Y nuestros deberes? Es momento de decidirnos a asumir nuestra  plena ciudadanía.

7.  “Aspirar a una política mística”. Política auténticamente ciudadana que implica la más de las veces regresar a casa sin los honores y sin el buen pago de los políticos profesionales, pero con la convicción –ese algo interno que nos mueve-, de no rechazar los buenos resultados (lo que sería propio de un idealismo timorato), pero no buscándolos a cualquier precio…


Por esa inadecuación de los moldes al uso, es que en un sistema político como  el nuestro, los ciudadanos seremos siempre extranjeros en propia tierra…Ello implica nadar contra corriente… sin ser “anti nada”  frente a un pragmatismo utilitarista fruto de la partidocracia al que pareceremos “demasiado buenos” y frente a un apoliticismo comodón al que pareceremos demasiado vulgares. ¿Qué tan congruentes somos?



viernes, 20 de junio de 2014

“CON O SIN GOBERNADOR: ALTURA DE MIRAS”



“CON O SIN GOBERNADOR: ALTURA DE MIRAS”


Siempre he desconfiado de la clase política, con mayor razón frente el actual escenario político y social de franca convulsión por el que atravesamos en Michoacán, que se ha complicado por la virtual renuncia del gobernador y el eventual nombramiento por parte del congreso local, de un gobernador sustituto para  que cubra dicha falta absoluta.

Más allá de los dimes y diretes y de los porqués, cómos o quiénes son los responsables del difícil momento por el que atravesamos, es tiempo de resolver de fondo. Los michoacanos reclamamos carácter, solución y unidad…debemos entender que nos va la vida en eso.

Se oyen voces, muchas ante el excepcional panorama estatal…no hay condiciones dicen…
Las condiciones políticas nunca son las favorables, justamente ese es el fondo de la complicada misión de gobierno… ¡generarlas!...equilibrar los intereses casi siempre opuestos en aras del bien común… pero eso requiere ideas claras, altura de miras, decisión y rectitud de intención. No es cuestión de juzgar y declinar…es un tema de responsabilidad y obligación de ceder…de ser generosos para lograr ver más allá del primer plano que el poder impone…más allá del plano del yo o mi partido, o mi grupo, por uno más sublime…el nosotros…el bien de Michoacán…

Hoy, más que nunca requerimos acuerdo y unidad… Apostar al fracaso, a la polarización de Michoacán como estrategia de ganancia electoral o partidista, además de ruin, miope e insensato, resulta  a estas alturas… suicida.

Sé que divago y sueño…pero al mismo tiempo tengo la esperanza, pues lo veo en otros lados…que es posible, que cabe el acuerdo, la paz en un momento sin paz, la generosidad en la política… al menos en situaciones límite.

Los ciudadanos tenemos la obligación y responsabilidad de levantar la voz  -si no es en momentos como estos, ¿cuándo?-, para exigir una actitud sensata, consecuente…  prudente, que demuestre estatura  y nivel por parte de todos los actores políticos involucrados… y si no lo tuvieran… al menos apelar a su sentido de solidaridad, generosidad o al amor que dicen tener por esta tierra…
En eso deberíamos estar invirtiendo nuestro tiempo y creatividad, no en distraernos en la construcción y justificación de argumentos o interpretaciones forzadas que beneficien a uno u otro grupo ante la posibilidad de un escenario en el que falte de manera absoluta el gobernador.


Con, sin… o a pesar del gobernador, los michoacanos reclamamos una actitud de la clase política que más allá de los discursos, posicionamientos o poses,   aterrice en decisiones  y actos concretos que de manera objetiva y clara tengan por fin, siempre, pero más aún ante una decisión trascendental –como el nombramiento de un gobernador sustituto-, el bien superior de Michoacán…con o sin gobernador: altura de miras.


viernes, 13 de junio de 2014

“DESPACITO Y BUENA LETRA, QUE EL HACER LAS COSAS BIEN, IMPORTA MÁS QUE EL HACERLAS”




“DESPACITO Y BUENA LETRA, QUE EL HACER LAS COSAS BIEN, IMPORTA MÁS QUE EL HACERLAS”


Ante una racha de críticas por el manejo y actuación de las autoridades en la crisis michoacana, su falta de eficiencia y ausencia de visión a largo plazo, el think thank México Evalúa Centro de Análisis de Políticas Públicas presenta un informe especial titulado “Entender para atender: por una estrategia de Estado en Michoacán”… Casi al mismo tiempo el Gobierno del Estado anuncia la presentación de un paquete de reformas constitucionales que pretenden fortalecer y dotar de eficacia a la cuasi inexistente estructura estatal. Se habla de figuras como el acotamiento del veto del ejecutivo, ratificación del gabinete por parte del congreso local, iniciativa preferente, cabildos abiertos, consejos ciudadanos entre otros que trataré de desmenuzarte en futuras entregas…

El diagnóstico de México Evalúa cuestiona fuertemente la respuesta del Gobierno Federal en el caso Michoacán, llegando incluso a señalar que no se cuenta con un plan de transformación institucional pues se ha atendido únicamente el componente de seguridad pública. Lo que a su juicio ha permitido que prevalezca un contexto de desconfianza, de alta necesidad  e inestabilidad en la entidad, pues no se ha apuntado hacia una salida definitiva y a largo plazo del conflicto. El estudio contiene observaciones muy interesantes que vale la pena analizar detenidamente y que insisten en la necesidad de ir al fondo de la problemática.  Como lo hemos comentado machaconamente en este espacio la responsabilidad es de los que aquí nos quedamos y va en el sentido de apostarle a nuestras instituciones vía el restablecimiento de la legalidad y de su renovación, ofreciendo alternativas a través de un planteamiento netamente político (en su sentido más noble) que permita crear y consolidar el sentido de pertenencia y de integración de todos en un proyecto común que debe ser Michoacán. Coincido con ellos en que la estrategia debe ser dirigida a distintas escalas logrando articular lo local y regional, pues Michoacán aún en su diversidad es uno.

Las condiciones actuales de Michoacán no son las propicias para entrar a discutir una reforma de Estado como la que propone el Gobernador. Sin duda creo que se trata de un avance el poner en la mesa temas y propuestas que pretenden fortalecer institucionalmente al estado. Se contemplan figuras y propuestas interesantes que deberán ser estudiadas y valoradas a fin de dilucidar su pertinencia, sin embargo debe cuidarse prudentemente el timing político. Por supuesto que Michoacán requiere no solo un paquete de reformas como las que se pretenden, sino incluso más profundas y en todos los ámbitos de su estructura. Pero, ¿cómo pensar en esos cambios en momentos de déficit de legitimidad incluso con francos vacíos de poder, de intensa politización y a escasos meses del arranque del proceso electoral? Para una reforma de gran calado que pueda derivar en un nuevo marco de estado es indispensable cierta estabilidad estructural y jurídica, tranquilidad y una lógica de permanencia y de regularidad… y hoy no lo tenemos.

El que las cosas estén complicadas en Michoacán no implica que nos aceleremos y nos desboquemos sobre todo en los temas de fondo. Debe atenderse lo urgente por supuesto y recobrar cuanto antes el orden y el control. Pero no olvidemos que los problemas que hoy padecemos son consecuencia de una desatención y descomposición que viene de muchos años atrás. Bien vale la pena esperar los tiempos adecuados y prudentes para lograr madurar, integrar y socializar los cambios constitucionales que nuestro estado requieren. Para ser exitoso y efectivo, ese proceso de reconstrucción implica ciertas condiciones que hoy están ausentes...que no existan vacíos de poder, que se tejan relaciones de confianza entre los principales actores involucrados, legitimidad…
Las próximas elecciones se presentan así como una inmejorable oportunidad para generar nuevas esperanzas, crecer en legitimidad y pensar, ahora sí, iniciar sin prisas ese proceso de consulta, de integración que permita concretar los auténticos cambios de un nuevo proyecto común…un nuevo pacto social que refleje al Michoacán que todos queremos.


El estudio de México Evalúa concluye diciendo: “Para atender, hay que entender, un esfuerzo largo y  lento que el Gobierno Federal no parece estar dispuesto a realizar”…Yo solo agregaría…!y qué bueno que así sea, pues esa es y será labor de nosotros como michoacanos! Pero sin prisas.


viernes, 6 de junio de 2014

“CORAJE POLÍTICO”



“CORAJE POLÍTICO”

Escuché esta frase a propósito del debate migratorio en Estados Unidos. Mediante ella, un grupo de ciudadanos reclamaba a sus congresistas, decisión, valor y altura de miras para concretar una solución de fondo que lleve a reconocer de manera congruente y  justa, una realidad a todas luces evidente.

Muchas cosas han cambiado en Michoacán en los últimos años…y hoy nuestro estado cambia todos los días, unos para bien y otros no tanto. Sin embargo no hay duda de que la sociedad civil se ha ido consolidando y fortaleciendo. La crisis social y gubernamental que nos tocó vivir, ha sensibilizado y calado de manera importante –no es para menos- en la conciencia política de todos los que aquí vivimos.

Para entender y cambiar el Michoacán de hoy ya no bastan los diagnósticos, los planes y los acuerdos…ni solo las buenas intenciones…ni el activismo desenfrenado… Sí, es necesario marcar la agenda pública e incidir en las decisiones, pero la realidad no cambiará por decreto, ni con las solas leyes, ni mucho menos con la sola policía o con cuarenta y ocho mil millones de pesos… ¡por supuesto que se requieren!, pero no son suficientes…el nuestro es más un problema de humanismo que de carácter técnico.

 La reconstrucción de nuestro estado presupone testimonio, no discursos…reclama atracción, legitimidad… pero sobre todo coraje político para animarse a que las cosas sean distintas y cambien de fondo. No solo de manera transitoria ni con mero carácter estético. Eso no lo hará ni el gobierno, ni las instituciones, ni los organismos intermedios…mucho menos nos será dado desde fuera…es una decisión  personal que tendrá repercusiones generales y se verá forzosamente reflejada en nuestra sociedad y en nuestras instituciones, pero ello lleva implicarse personalmente en su consecución.

En verdad, es el momento de demostrar el carácter, de tener la visión clara y despejada para lograr ver con calma y nitidez la meta a la que queremos llegar como estado. Hoy las puertas están abiertas de par en par, es imprescindible tener serenidad y cabeza fría para marcar la agenda y detectar de inmediato el canto de las sirenas de un sistema político que debe ser renovado. Eso implica liderazgo, generosidad, preparación, astucia…intenciones rectas –que no ilusas- y mucho…coraje político.

No me cansaré de recordarte que los mejores tiempos de Michoacán están por venir y dependen enteramente de nosotros…de nadie más. A pesar de que muchos hechos ¡reales! se obstinen en señalar lo contrario día a día. Si no existiera esperanza debiéramos haber “cerrado la cortina”, pero aquí estamos…aceptemos nuestra realidad valientemente y luchemos por cambiarla.


Eso es lo apasionante hoy, tener la oportunidad y el compromiso de desgastarse para nivelar y relanzar a este estado….con propuesta, con idea…con voluntad y con real intención…lo demás es palabrería, griterío, vanidad, ambiciones… “ancien régime”. Es preciso ilusionarnos y convencernos de que los paradigmas del sistema que hoy detestamos, pueden y deben ser cambiados, pero para ello es necesario sobreponerse y trascender el conflicto…no basta posicionarse o acomodarse a las nuevas condiciones…las zonas de confort regresarán por sus fueros…el momento histórico de Michoacán reclama coraje, ¡sí! mucho coraje político de sus ciudadanos para decidir el rumbo que queremos para nuestra sociedad a pesar de los pesares.