“CON O SIN GOBERNADOR:
ALTURA DE MIRAS”
Siempre he desconfiado de la clase política, con mayor razón
frente el actual escenario político y social de franca convulsión por el que
atravesamos en Michoacán, que se ha complicado por la virtual renuncia del
gobernador y el eventual nombramiento por parte del congreso local, de un
gobernador sustituto para que cubra
dicha falta absoluta.
Más allá de los dimes y diretes y
de los porqués, cómos o quiénes son los responsables del difícil momento por el
que atravesamos, es tiempo de resolver de fondo. Los michoacanos reclamamos
carácter, solución y unidad…debemos entender que nos va la vida en eso.
Se oyen voces, muchas ante el
excepcional panorama estatal…no hay condiciones dicen…
Las condiciones políticas nunca
son las favorables, justamente ese es el fondo de la complicada misión de
gobierno… ¡generarlas!...equilibrar los intereses casi siempre opuestos en aras
del bien común… pero eso requiere ideas claras, altura de miras, decisión y
rectitud de intención. No es cuestión de juzgar y declinar…es un tema de
responsabilidad y obligación de ceder…de ser generosos para lograr ver más allá
del primer plano que el poder impone…más allá del plano del yo o mi partido, o
mi grupo, por uno más sublime…el nosotros…el bien de Michoacán…
Hoy, más que nunca requerimos
acuerdo y unidad… Apostar al fracaso, a la polarización de Michoacán como
estrategia de ganancia electoral o partidista, además de ruin, miope e
insensato, resulta a estas alturas…
suicida.
Sé que divago y sueño…pero al
mismo tiempo tengo la esperanza, pues lo veo en otros lados…que es posible, que
cabe el acuerdo, la paz en un momento sin paz, la generosidad en la política…
al menos en situaciones límite.
Los ciudadanos tenemos la
obligación y responsabilidad de levantar la voz
-si no es en momentos como estos, ¿cuándo?-, para exigir una actitud
sensata, consecuente… prudente, que
demuestre estatura y nivel por parte de
todos los actores políticos involucrados… y si no lo tuvieran… al menos apelar
a su sentido de solidaridad, generosidad o al amor que dicen tener por esta
tierra…
En eso deberíamos estar
invirtiendo nuestro tiempo y creatividad, no en distraernos en la construcción
y justificación de argumentos o interpretaciones forzadas que beneficien a uno
u otro grupo ante la posibilidad de un escenario en el que falte de manera
absoluta el gobernador.
Con, sin… o a pesar del
gobernador, los michoacanos reclamamos una actitud de la clase política que más
allá de los discursos, posicionamientos o poses, aterrice en decisiones y actos concretos que de manera objetiva y
clara tengan por fin, siempre, pero más aún ante una decisión trascendental
–como el nombramiento de un gobernador sustituto-, el bien superior de
Michoacán…con o sin gobernador: altura de miras.
Totalmente de acuerdo, se necesita una actitud que vaya acompañada de sinceridad.
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