“MICHOACÁN NO TIENE PARTIDO…ES
DE LOS CIUDADANOS”
A
poco tiempo de que inicie formalmente el proceso electoral, causó revuelo entre
los dirigentes de los partidos políticos la propuesta del Presidente de
Coparmex de perfilar un proyecto ciudadano a la gubernatura. Una ola de
declaraciones no se hizo esperar…
Señores:
Levantemos las miras, nadie quiere –ni podría-
anular la competencia electoral ni la posibilidad de que los ciudadanos
elijamos a nuestros gobernantes. El tema
de fondo es la búsqueda de coincidencias, el <empoderamiento> y el
compromiso de los ciudadanos para participar y fijar los compromisos básicos y
la ruta que deben seguir las próximas autoridades estatales, independientemente
de quién sea el que las encabece, e independientemente del partido al que
pertenezcan.
Reconozcamos
primero que podemos –y debemos- ponernos de acuerdo. Es el rescate del acuerdo
y de los lugares comunes lo que debe impulsarnos… Un esfuerzo por privilegiar
la coincidencia, pero con un proyecto claro y definido…cercano a los ciudadanos.
¿Qué estado queremos a 30 o 40 años? ¿Cómo lo lograremos? ¿Qué estamos haciendo
para que así sea? Al final del día Michoacán no tiene partido, concretemos una
propuesta de agenda común. No vayamos solos…ni unos ni otros.
Hoy
por hoy, lo único que no se vale es no hacer nada…mucho menos descalificar de
antemano. Preferible pecar de idealistas que sucumbir a la condición de seres
inertes… ¡la agenda la marcan los ciudadanos!
En
un extraordinario discurso en la convención del partido demócrata en la que
resultaría electo como candidato presidencial, Barack Obama cuestiona fuerte a
sus propios compañeros de partido y los insta a elevar las miras más allá del
aspecto meramente electoral: “…no nos preguntemos cómo ganaremos, preguntémonos
más bien porqué tendríamos que ganar…”
En
estos momentos que los partidos empezarán a trabajar a su interior los
proyectos de sus plataformas políticas, es una oportunidad importante para
pedirles que realicen la misma reflexión sugerida por Obama a sus
correligionarios en 2008. Es imprescindible que adopten en sus programas las
propuestas que generemos como ciudadanos, que reflejen nuestra realidad y nuestros
problemas. Que adopten una auténtica agenda ciudadana y que nos digan en base a
ella en el próximo proceso electoral, por qué tendríamos que votar por ellos.
Caigamos
en cuenta de que los difíciles tiempos por los que atraviesa el Estado son al
mismo tiempo una grandísima oportunidad para recomenzar y sumar… hay demasiado
en juego para seguir el mismo guión. No esperemos resultados distintos si
actuamos de la misma manera. Animémonos a innovar, animémonos a proponer -por
muy descabelladas que sean nuestras ideas-
animémonos a soñar, animémonos a tener esperanza, animémonos a luchar
por <eso mejor> que viene ahora.
Te
dejo nuevamente con Obama…”pero siempre
hemos sabido que la esperanza no es lo mismo que optimismo ciego. No es hacer
caso omiso de la enormidad de la tarea que tenemos por delante o de los
obstáculos que se interponen en nuestro camino. No es hacerse a un lado ni rehuir la pelea. La esperanza es algo
que insiste dentro de nosotros en que, a pesar de todas las evidencias que
indican lo contrario, nos espera algo mejor si tenemos el valor de ir por ello
y de trabajar por ello y de luchar por ello”.
Estos
tiempos requieren nivel y categoría humana de los actores políticos… y de los
ciudadanos también. ¡Te invito a tener “el valor de ir por ello y de trabajar
por ello y de luchar por ello”!
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