"QUERER CAMBIAR:
POR LA RAZÓN O LA FUERZA"
Cierto que la distancia ofrece perspectiva. Analizar la propia
realidad a los ojos del otro permite el contraste. Comparar...cuestionar,
valorar ...en última instancia siempre
interpela. A irse o a quedarse, esta última opción siempre con cargas de nuevos
bríos, con la ilusión y la esperanza de que las cosas pueden cambiar. Pero esa
esperanza no es eterna, tiene necesidad de verse materializada pronto al
menos en cambios graduales que aseguren que se avanza.
En Chile lo han entendido bien.
El lema de su escudo nacional así lo atestigua "por la razón o la
fuerza"...una sociedad que ha prosperado y ha avanzado en su consolidación
en base a un código de honor y de respeto a la ley...primacía del
derecho...siempre la razón primero...luego, sólo su restablecimiento por la
fuerza...en segundo lugar, pero con legitimidad y decisión...por el bien de la
colectividad.
En verdad que lo que pasa en
Michoacán es delicado, no podemos tolerarlo ni justificarlo, ese sistema de
ataque del pueblo contra sí mismo debe movernos.
Sin orden no avanzaremos jamás.
El paradigma no puede ser otro que reconocer que tenemos la oportunidad - y la
responsabilidad- de construir el estado y la ciudad que queremos y que el
límite de actuación de todos debe ser la ley y la consolidación de un auténtico
estado de derecho.
Cambiar implica querer cambiar.
Hoy no estoy tan seguro de que todos queramos cambiar, ni por la razón ni por
la fuerza, más aún si quien está legitimado para usarla renuncia a ella para
restablecer el orden mínimo.
Así cualquier intención de cambio
se ve seriamente desincentivada.
* El autor es abogado y consejero ciudadano de la CEDH.
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