LA ETERNA AUTOJUSTIFICACIÓN
DE MICHOACÁN: POLÍTICA “OJALATERA”
La salida de
Alfredo Castillo de Michoacán tiene múltiples lecturas. Para ser objetivos hay
que valorarlas todas... Hoy hay cierta mejoría, sí, desde el punto de vista estrictamente
policial…hubo abatimientos, detenciones…muchas…Socialmente, inestabilidad y
dolor… manipulación…administración de la miseria y de la necesidad.
Atraso…prehistoria. Institucionalmente un verdadero desorden…nuevamente se
apostó a la salida rápida, al efecto inmediato que privilegia el éxito fugaz de
una misión que se asume temporal, cortoplacista…inmediatista…y Michoacán es
fondo.
El estado está sumido en una espiral de eterna
auto-justificación…se justifica el fracaso de los de aquí y de los aquí vienen,
se hace apología permanente de la
mediocridad y del fracaso de toda iniciativa ajena…nos inventamos sistemas y
modos…
Ojalá existiera coordinación entre los distintos niveles de
gobierno, ojalá la Federación nos rescatara financieramente, ojalá el próximo
gobernante resolviera los problemas más sentidos…ojalá no hubiera más marchas y
manifestaciones, ojalá el pueblo michoacano fuera distinto…ojalá no fuéramos
tan violentos…ojalá Castillo se vaya…ojalá ya no regrese… ¡Real y absoluta
política ojalatera!
Una cosa queda clara, Michoacán no será reconstruido si los
propios michoacanos no queremos. Venga quien venga…se vaya quien se vaya.
Nuestro estado se encuentra penosamente anclado al pasado y esperanzado en ser
rescatado permanentemente…desde afuera, por otros…no hemos querido asumir ni
aceptar el compromiso personal y social que supone su reconfiguración. Hoy se
ha ido Alfredo Castillo…y en próximas fechas Salvador Jara, y vendrán
otros…como han llegado y se han ido secretarios y burócratas…es indispensable
dejar de justificarnos personal y
colectivamente… Michoacán no cambiará si nosotros no cambiamos primero. El
estado no es distinto a los grupos y personas que lo conformamos, sus
instituciones son solo un reflejo. Debemos dejar de justificarnos y asumir la
responsabilidad del cambio... dejar de esperar de manera ilusa que vendrán
otros a hacer lo que hoy históricamente nos corresponde.
Es necesario y urgente –no es optativo- saber leer las
circunstancias, pero ya, no mañana…es menester abandonar la política
“ojalatera”, dejar de pensar en que las cosas debieran ser distintas, reconocer
con una visión realista que las circunstancias actuales son las que son y acometer con responsabilidad el auténtico
cambio…primero las personas y después las instituciones, pensando siempre en la
permanencia y a mediano plazo. Nuevamente se presenta la coyuntura y la
oportunidad de asumir una especie de normalidad que la figura del comisionado
ensombrecía con un clima de provisionalidad y de excepción de facto.
Debemos reconocer que,
efectivamente el cambio es, y debe ser de los michoacanos y para los
michoacanos, y que, ante nuestra ausencia y eterna autojustificación han tenido
que venir otros que hoy se van…La pregunta es ¿hasta cuándo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario