sábado, 21 de febrero de 2015

“LA SILLA VACÍA”



“LA SILLA VACÍA”

Antier  tuve le encomienda de llevar la representación de  COPARMEX Michoacán en el informe que rindió el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, a mi lado, el lugar había sido reservado para el representante de un importante organismo público… sin embargo el personaje nunca llegó y la silla quedó vacía. Hecho que me hizo reflexionar seriamente…

No se trata de un fenómeno nuevo. En muchos ámbitos la ausencia gubernamental es evidente…la ausencia de autoridad, una constante. El descrédito y desconfianza, frutos de la corrupción política, lacera las instituciones, las socava…las vuelve huecas…las vacía. Así a pesar de estar físicamente ocupadas, en realidad están solas, abandonadas…truncas. Esas sillas, esos espacios que a base de traicionar y renunciar al servicio público y a la búsqueda del bien común…tan comprometedor y arduo – pues implica buscar el bien del otro con prioridad sobre el propio-, pierden sentido…legitimidad.

En algunas ocasiones el ocupante no tiene la culpa, es resultado solamente de su mediocridad…en otras, existe afán de poder, notoriedad, fama…sin embargo todas igual de efímeras e insensatas.

Y la realidad nos adormece y nos acostumbra…volviéndonos incapaces de reaccionar frente a un sistema político surreal, injusto e inmoral…y las sillas vacías….y al mismo tiempo abarrotadas, deseadas hasta la muerte, peleadas…pero postizas, orgullosas y ciegas…sucias y rotas...indignas. Incapaces de motivar a quienes las ocupan a dejar lo mejor de sí y dotar de contenido su existencia. Su uso y abuso cada vez más público, más cotidiano…más vil, pero más tolerado.

Vacías de contenido y de grandes ideales…carentes de pasión, pero llenas de exceso y vanidad. Utilizadas a menudo para escalar a otras más grandes y valiosas…usadas. Ni compromiso ni responsabilidad, mucho menos trascendencia y continuidad, solo continuismo de una a otra para mantener las prerrogativas incluso sin haber terminado el periodo, con licencia…sin soltarla.

Veo en mi país y en mi estado muchas sillas vacías…unas por incompetencia e incapacidad, otras por insaciable ambición y corrupción, incluso por miedo…y otras…simplemente vacías por ausencia…por omisión.


Hoy México y Michoacán son el resultado de haber tolerado esas sillas vacías- con gente o sin gente-, en un caso por irresponsabilidad ciudadana y en los otros por cobardía o dejadez social, da igual!...hemos permitido que estén vacías…ocupadas por cualquiera…


sábado, 14 de febrero de 2015

“VALORES SOCIALES: APRENDER A VIVIR JUNTOS”



“VALORES SOCIALES: APRENDER A VIVIR JUNTOS”

Los acontecimientos sociales de nuestro país no solo hablan por sí mismos…gritan, nos increpan y nos llevan tarde o temprano, por unos caminos u otros al fondo del diagnóstico…a cuestionarnos la necesidad de sentido…el para qué de todos los esfuerzos para mejorar y cambiar la complicada realidad que nos ha tocado vivir.

Este fenómeno de pérdida de sentido personal y social –que no es privativo de las comunidades pobres ni con serios problemas de violencia como el caso de Michoacán-… de cierta insatisfacción…este reclamo de esperanza y de justicia debe ser correctamente canalizado. 

Hay coincidencia en el diagnóstico…su origen es cultural. El sistema político y social “hace agua”…sin embargo dentro del ámbito de lo políticamente correcto nos da miedo hablar de una vertiente que nos golpea face to face…el sentido moral de esta crisis. El reconocerlo lleva obligatoriamente a procesar las soluciones primero en el ámbito personal, para después incidir en el social…en el institucional…recuperando así la propia dignidad y la de la comunidad.

Nos cuesta reconocer que el camino a seguir implica la recuperación de los valores sociales fundamentales. Sí, aquellos puntos de referencia para la estructuración oportuna y  la conducción ordenada de la vida social y que se traducen en el caso personal, en virtudes.

Desde todos los ámbitos se habla de la necesidad de tener relaciones más justas, de una mayor solidaridad, honestidad y transparencia…en el fondo de tener paz…auténtica.

El mejor y más útil servicio que hoy, bajo las condiciones actuales, podemos ofrecer a Michoacán y a México consiste en dotar de sentido y esperanza social a nuestras propias comunidades. Que para la reconstrucción de las instituciones y la consolidación de las auténticas reformas estructurales (económicas, políticas y culturales) es imprescindible hacer referencia a esos valores sociales fundamentales, lo contrario es mantenernos en el actual sistema de simulación.


Entender de una vez que no lograremos el desarrollo y la tan anhelada paz sino no afianzamos un sistema de justicia social, y eso solo lo conseguiremos a través de la práctica de virtudes como la verdad, la justicia y la libertad. Virtudes que favorecen y permiten la convivencia. En definitiva aprendiendo nuevamente a vivir juntos…a construir juntos.


lunes, 9 de febrero de 2015

“DESTINO COMPARTIDO”



 “DESTINO COMPARTIDO”

Es un hecho irrefutable que la sociedad y sus miembros personalmente considerados dependen recíprocamente entre sí. La vida de cada uno de nosotros se desarrolla en una red permanente de relaciones humanas de todo tipo que involucra distintos tiempos y lugares.

Con conciencia o sin ella, lo queramos o no, para bien y para mal, dependemos de la sociedad en que vivimos, y ésta, depende a su vez de nosotros.

Efraín González Morfín, gigante ilustre y humanista de carne y hueso, a quien honrosamente tuve como maestro -recientemente fallecido-, ilustraba este hecho de la solidaridad mediante la comparación con un barco y sus pasajeros, quienes aunque no lo quieran van hacia donde el barco avanza, flotan o se hunden con la embarcación…ningún pasajero se libra de esta solidaridad si se encierra en su camarote y decide desentenderse de los problemas del barco o de la tripulación, y de igual manera el barco depende inevitablemente de todos lo que intervinieron en su construcción, mantenimiento y utilización.

No se cansaba de  repetir que “la persona humana es esencial y simultáneamente individual y social”, por lo que requiere naturalmente de una convivencia solidaria que considere y respete ambos aspectos. Esa posición llamada “solidarismo”, afirma, a partir de la ordenación esencial de la persona a la sociedad y de la constitución de la sociedad por personas vinculadas e interdependientes,  la solidaridad de la persona como obligación  y norma, sosteniendo que la sociedad no tiene más fin ni razón de ser que el servicio…la sociedad existe para las personas, quienes en última instancia justifican el cumplimiento eficaz de sus fines, siempre que estos sean justos.

De la aceptación de dichos postulados se derivan como consecuencia principios que regulan el orden social como los de solidaridad, subsidiaridad, bien común y autoridad. Los cuales  al ser efectivamente aplicados en la realidad social se concretan en necesariamente en la subordinación esencial del poder político a la solución de los problemas económicos, sociales y educativos como única justificación de su autoridad, a la participación de los ciudadanos en el nombramiento, ejercicio  y vigilancia de la autoridad, así como en la convicción de coordinar la autoridad e iniciativa de los particulares y del Estado para superar las injusticias.

Casi al concluir estas líneas, llaman poderosamente mi atención algunos puntos del discurso de victoria que por su reelección pronunció en 2012 Barack Obama…apuntalan y confirman la vigencia y atemporalidad de un pensamiento clásico…sorprenden y explican al mismo tiempo convicciones profundas que es imperativo recordar…
“Si bien cada uno de nosotros perseguimos nuestros propios sueños individuales, somos una familia americana, y avanzamos o fracasamos como una sola nación y un solo pueblo… Lo que hace excepcional a América son los lazos que mantienen unidos a la nación más diversa de la tierra. La creencia de que nuestro destino es compartido, que este país solo funciona cuando aceptamos ciertas obligaciones con los demás y con las generaciones futuras… Somos más que la suma de nuestras ambiciones”.

Hoy ante el complejo escenario estatal y nacional, requerimos aceptar que todos vamos en el mismo barco y percatarnos de que la solución a nuestros principales problemas nos implica a todos y cada uno de nosotros… precisa de nuestra personal contribución al bien común de la sociedad, y  al reconocimiento de que todos como miembros de esa sociedad, debemos promover el bien de cada uno de sus integrantes… sabernos parte de un  proyecto conjunto. Aceptar lo que muchas veces nos cuesta tanto…que nuestro destino es compartido… que el bien de México y de Michoacán no es posible sin el bien de los mexicanos y de los michoacanos… de los de hoy y de los de mañana.


Asumir esta postura, más allá de posiciones idealistas, en palabras de Don Efra  “sigue señalando metas irrenunciables y valiosas a las que debemos tender con lucidez y energía”…un destino compartido en México…y en Michoacán!