“LA SILLA VACÍA”
Antier tuve le
encomienda de llevar la representación de
COPARMEX Michoacán en el informe que rindió el presidente del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado, a mi lado, el lugar había sido reservado para
el representante de un importante organismo público… sin embargo el personaje
nunca llegó y la silla quedó vacía. Hecho que me hizo reflexionar seriamente…
No se trata de un fenómeno nuevo.
En muchos ámbitos la ausencia gubernamental es evidente…la ausencia de
autoridad, una constante. El descrédito y desconfianza, frutos de la corrupción
política, lacera las instituciones, las socava…las vuelve huecas…las vacía. Así
a pesar de estar físicamente ocupadas, en realidad están solas,
abandonadas…truncas. Esas sillas, esos espacios que a base de traicionar y
renunciar al servicio público y a la búsqueda del bien común…tan comprometedor
y arduo – pues implica buscar el bien del otro con prioridad sobre el propio-,
pierden sentido…legitimidad.
En algunas ocasiones el ocupante
no tiene la culpa, es resultado solamente de su mediocridad…en otras, existe
afán de poder, notoriedad, fama…sin embargo todas igual de efímeras e
insensatas.
Y la realidad nos adormece y nos
acostumbra…volviéndonos incapaces de reaccionar frente a un sistema político
surreal, injusto e inmoral…y las sillas vacías….y al mismo tiempo abarrotadas,
deseadas hasta la muerte, peleadas…pero postizas, orgullosas y ciegas…sucias y
rotas...indignas. Incapaces de motivar a quienes las ocupan a dejar lo mejor de
sí y dotar de contenido su existencia. Su uso y abuso cada vez más público, más
cotidiano…más vil, pero más tolerado.
Vacías de contenido y de grandes
ideales…carentes de pasión, pero llenas de exceso y vanidad. Utilizadas a
menudo para escalar a otras más grandes y valiosas…usadas. Ni compromiso ni
responsabilidad, mucho menos trascendencia y continuidad, solo continuismo de
una a otra para mantener las prerrogativas incluso sin haber terminado el
periodo, con licencia…sin soltarla.
Veo en mi país y en mi estado
muchas sillas vacías…unas por incompetencia e incapacidad, otras por insaciable
ambición y corrupción, incluso por miedo…y otras…simplemente vacías por
ausencia…por omisión.
Hoy México y Michoacán son el
resultado de haber tolerado esas sillas vacías- con gente o sin gente-, en un
caso por irresponsabilidad ciudadana y en los otros por cobardía o dejadez
social, da igual!...hemos permitido que estén vacías…ocupadas por cualquiera…
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