jueves, 21 de febrero de 2013

“QUERER VER MÁS ALLÁ”



 “QUERER VER MÁS ALLÁ” 

De nueva cuenta la Universidad Michoacana se enfrenta a una situación profunda de conflicto institucional entre partes de sus integrantes. Carga a sus hombros una huelga de los trabajadores administrativos y la amenaza latente de que los profesores universitarios se sumen a recorrer el mismo camino. A pesar de su evidente posición financiera, reflejo fiel de la situación de nuestro estado ninguna de las partes cede…un sistema caduco que se resiste a morir a pesar de toparse continuamente con la pared y que demuestra una vez más que la UMSNH requiere recobrar su justificación fundacional…que requiere entenderse, aceptarse y tomar las decisiones necesarias -por dolorosas que éstas sean- para lograr subsistir adaptándose a los tiempos y a sus circunstancias particulares.

Es indispensable reconocer que la realidad nos interpela… independientemente de quién tenga más o menos razón…pesos más o pesos menos…votos y plazas…tomas de notas…derechos y obligaciones contractuales adquiridos…dimes y diretes…acusaciones, quejas, señalamientos... ¿Dónde queda la universidad? ¿Dónde esos 60,000 proyectos de vida…de movilidad social…de futuro…de esos alumnos que son la única apuesta para la viabilidad de un estado que se debate en una agonía lastimosa socialmente consentida? Hoy prácticamente han perdido no solo un semestre, sino mucha de su ilusión, de su apuesta por un Michoacán y una universidad que hoy no les ofrecen certezas de ningún tipo…Un verdadero drama que nadie quieres ver y que ponen a la Casa de Hidalgo en un verdadera posición de quiebre institucional, mientras se gasta el tiempo en discutir y tratar de sostener cuestiones administrativas francamente insostenibles…lo que está en juego es la propia universidad, su justificación, su razón de ser…su viabilidad actual y futura como palanca de desarrollo y factor de estabilización y progreso social. En ese sentido tendría que buscarse la solución.

Reducir el conflicto de la Universidad a un problema de pesos y centavos y a una reclamación de derechos adquiridos, cualquiera de las partes que lo enarbole, llámense profesores, trabajadores administrativos o autoridades universitarias -en las condiciones actuales- es un auténtico pecado social, un atentado contra los principios de la universidad pública…significa condenar la Michoacana a la traición sistemática de sus ideales, a desvirtuar su objeto y razón de ser  reduciéndola a una mera agencia de empleo y prestaciones de carácter público. Representa sin más, un acto de egoísmo  y de miopía colectiva de sectores que anteponen los intereses personales por sobre la institución misma con el riesgo inminente de reventarla…con indolenci,…condenarla a la prostitución de su misión.

Esperar que el problema lo resuelva una Junta de Conciliación y Arbitraje o un juez, en base a conteo de votos, a la declaración de legitimidad de una huelga o apostar al desgaste o al rescate por parte de la autoridad federal, además de mezquino anula la posibilidad de que quienes conforman la universidad de responder dignamente al reto que supone rescatar parte de su propia esencia.

La auténtica resolución del conflicto en la Universidad Michoacana implica un cambio personal de todos los actores involucrados, implica pensar en el “todos institucional” y no solo en el “nosotros gremial”…implica cambiar…generosidad…rectitud de intención…apelar a la conciencia y a la grandeza y honorabilidad de todas las partes, incluyéndonos…reconocer la trascendencia y consecuencia de nuestros actos no solo en el hoy y en los que estamos, sino en el futuro y en los que vienen y en los que dependen de ellos y en Michoacán…ahhh… y también en una institución que a pesar de los pesares sigue aun gloriosamente en pie… ¡Implica muy en el fondo querer ver más allá!

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario