“NADIE POR ENCIMA DE
LA LEY: ¿DEBEMOS ALEGRARNOS CON LA
LECCIÓN DE LA MAESTRA?”
Frase
sempiterna y recurrente, grito de guerra, lema de campaña, frase esencial de un
discurso político gastado y anquilosado…rincón común de los juristas…”ideal de
los idealistas” que juran y perjuran que la realidad puede ser otra y que la
legalidad y el estado de derecho se constituyen en premisas básicas para su
consecución.
Concepto objetivo, claro, firme,
que hemos desvirtuado hasta insertarlo en un sistema político autóctono que
confunde justicia con ajusticiamiento, igualdad con influyentismo, ejemplaridad
con conveniencia…bien común con complicidad.
Hoy: Júbilo popular…elevación de
bonos…sinónimo de fuerza, mensaje político, consenso…ajuste de cuentas…pan, circo…emotividad…sentimiento
de desagravio…. En el fondo: Realidad que nos enfrenta al sistema político de
simulación, de selectividad…de eficiencia intermitente que se refleja en los
asuntos grandes y convenientes, dejando para mañana la resolución de lo
ordinario…que nos recuerda el sistema de siempre, que relega y que esconde.
Quizás debiéramos alegrarnos de
un pequeño y al mismo tiempo gigante
primer paso…no lo sé, me suena a frase hueca, me apantalla pero no me mueve. ¿Beneficio
de la duda ante una nueva actitud política del grupo político de siempre?
Apenas unos meses atrás al
aprobarse la reforma laboral, los mismos que hoy presumen su presa y su
sensibilidad frente a los excesos e injusticias contra el patrimonio común de
un grupo trabajador, cercenaron la posibilidad de incorporar democracia y
transparencia a la vida de los sindicatos en beneficio directísimo de sus
agremiados. Hoy “blofean” rasgándose las
vestiduras por millonarios desvíos... siempre conocidos, siempre tolerados y
aún hoy protegidos.
Exceso de cosmética y poco
interés por el fondo… cuando no
incongruencia. Debemos ocuparnos para evitar la restauración de un
sistema en el que no pasa nada, en el que hacemos parecer…en el que simulamos.
Un sistema de 70 años que nunca se fue y que hoy amenaza con fortalecerse y que
tanto daño ha hecho a nuestro México. Que nos ha hecho mañosos y muchas veces
inconsecuentes…sistema que apuesta por la creación de cabezas y personajes que
convertidos en monstros son socialmente destruidos, para que su lugar sea
ocupado por otro que responda a sus intereses y que sin un cambio de fondo nos
mantiene en el círculo vicioso que hoy se evidencia.
Un sistema que invita a no moverse, a
beneficiarse del statu quo. Que inclina a tolerar lo intolerable en aras de la
normalidad democrática y de la estabilidad de una nación. A vivir acostumbrados
a la adrenalina que producen los golpes mediáticos de gran calado haciendo a un
lado las pequeñeces del día a día. De ir avanzando…de afrontar nuestros
problemas superándolos, no disfrazándolos. Cambiando de fondo…con intención…con
rectitud. Con el noble ideal de apostar por el país que añoramos. Siendo
congruentes.
Espero en realidad equivocarme
rotundamente y despertar mañana con la noticia de que han decidido seguir por
esa línea en Michoacán. Si es así, ganarán mi respeto…contarán conmigo.
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