“EDUCACIÓN EN MICHOACÁN: ENCONTRAR LO COMÚN EN LA DIFERENCIA…TENDER
PUENTES”
Soy un fiel convencido de que el cambio cultural es el único
medio que permitirá que los mexicanos y a los michoacanos resolvamos de fondo
nuestra compleja situación actual. Se trata sin duda de un cambio de largo
alcance con efectos a mediano y largo plazo…la cultura se crea a través de la
educación. Además toda cultura está siempre en cambio y en apertura hacia otras
expresiones…pero precisa la disposición a dialogar y escuchar a los otros.
Es verdad que el panorama de la
educación en Michoacán no es nada alentador. Así lo atestiguan los principales
indicadores y pruebas especializadas en la materia. La exclusión, la inequidad,
la deserción, el crecimiento de la cobertura –muchas veces contaminada con
visiones políticas-…en fin, la desvinculación de un sistema que no responde al
nivel, a la calidad y a las características culturales y específicas de sus
destinatarios y por tanto poco significativa…son problemas anclados de manera
permanente en la realidad educativa formal de nuestro estado.
Tender puentes significa hacer un
esfuerzo por dejar de lado nuestra sempiterna visión unilateral de la realidad
para dar cabida a la posibilidad –de al menos- considerar la de los demás…de
construir siempre hacia adelante, con el objetivo claro de llegar al otro lado
partiendo de un punto común…de preocuparse más por lo que viene que por lo que
ya pasó…de ir al futuro, pero siempre juntos.
Tender puentes implica superar la
visión reduccionista que sostiene que el tema de la educación está restringido
solo para los educadores y especialistas. Sino todo lo contrario, dada su
importancia y repercusión… implica el compromiso de una responsabilidad
compartida. Que se requiere revalorar la figura del maestro y recuperar su
sentido de autoridad y dar seguimiento y acompañamiento permanente a cada uno
de ellos…y recordarles su auténtica vocación como guías que no solo enseñan,
sino sobre todo que viven con convicción y pasión lo que enseñan.
Tender puentes requiere entender que el
objeto de la educación es la formación integral de la persona…que la formación
en valores conlleva congruencia y su aplicación práctica en hábitos operativos
que son las virtudes, y que por tanto, no basta con aspirar a la “excelencia
académica” ni a cumplir objetivos, sino más bien aprender y enseñar a pensar, a
ser críticos…llegar a descubrir la auténtica dignidad y vocación de servicio
así como la personal responsabilidad para ser capaces de asumir las necesidades
de los demás…pero siempre desde la visión del otro…respetando en todo momento
su identidad. Es necesario, en palabras de Traslosheros, “renunciar
al discurso maximalista que no sólo reivindica la propia posición como la única
cierta, sino que exige el aniquilamiento del otro”.
El desarrollo educativo implica
por tanto una mirada crítica hacia la historia y una actividad propositiva
hacia el futuro…desde el inicio, y hasta el final del puente. Su construcción
hoy pasa por el diálogo de las historias particulares de cada uno de sus
protagonistas, llámense alumnos, maestros, familias, instituciones educativas,
medios de comunicación…Implica una serie de interrelaciones personales e
institucionales de mucha complejidad que implica a la sociedad ¡toda!
La educación así entendida es
comunicación y crecimiento personal que llega a convertirse en cultura y
fomenta la socialización entre todos sus integrantes contribuyendo en
definitiva a la mutua comprensión y colaboración. La persona se forma no solo en
la escuela o en la casa, sino mediante el respeto y la aceptación de los demás…la
educación tiene una importancia fundamental para la formación de las relaciones
interhumanas y sociales.
Tender puentes es… reconocer que
la auténtica educación conlleva el personal protagonismo, el hacerse dueños de
la propia historia…es saber que educar es crear siempre una novedad desde la
realidad personal y social que somos…aceptar que la realidad se explica por la
realidad histórica que se escribe con las propias decisiones en el hoy…es
querer que la educación sea presente como un camino para seguir escribiendo la
historia como una novedad… es amar la verdad independientemente de quien la
diga…sabiendo que la verdad no es posesión sino encuentro…es en suma… crecer en
humanidad.
En definitiva…tender puentes para
la educación en Michoacán significa hoy…mantener la confianza de que a través
del diálogo es posible una nueva realidad… y de que, a pesar del abismo –que
parece abrirse en el tema y entre las distintas posturas-…no solo es factible
encontrar lo común en la diferencia, sino que es obligatorio que comencemos desde
ese punto en común su construcción.
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