jueves, 6 de junio de 2013

“TRILOGÍA BÁSICA: LIBERTAD, DERECHOS HUMANOS Y DEMOCRACIA”


 
“TRILOGÍA BÁSICA: LIBERTAD, DERECHOS HUMANOS Y DEMOCRACIA”

La libertad es la manifestación de la dignidad personal, es la expresión del dinamismo del ser que permite la autodeterminación de cada persona. La libertad se presenta como el concepto clave para explicar el ámbito de autonomía del hombre en la sociedad y como límite a la actuación de los poderes del Estado. Se presenta como la manifestación de la autonomía de la persona, no absoluta, sino referida a la estructura ontológica de su ser personal.

Es el supuesto de la democracia y de los derechos humanos, pues da soporte y justificación a todas las libertades públicas de los ciudadanos desde las más esenciales como son las de conciencia, religiosa, de pensamiento, de cátedra, de prensa, etc.

Si aseguramos que la libertad depende fundamentalmente de la verdad, solo podremos enjuiciar  la sociedad y la democracia actual si se adopta como punto de partida la verdad acerca de la persona humana y de la propia sociedad. Solamente así, la democracia se justifica y legitima en la verdad sobre la persona humana que también incluye la verdad sobre la libertad.

Entiendo la democracia como la forma de organización política acorde a los derechos humanos por la promoción de libertades y derechos que ella implica, la democracia es en el fondo, la ideología propia de los derechos humanos, ya que en su fundamento encarnan la dignidad del hombre.

Por lo tanto, no es el consenso democrático el que configura la libertad ni los demás derechos humanos. El consenso solo es posible respecto de algo sustancial (firme, no pactado). Al contrario, los derechos humanos deben ser el fundamento para que exista el consenso democrático.

Lo anterior tiene importantes repercusiones en la vida práctica del ejercicio de gobierno, solo piénsese en las negociaciones legislativas, la aplicación de las leyes o la orientación de políticas públicas. Es urgente dotar de contenido y de referentes la actuación de los partidos que se insertan en un sistema basado en un dinámica permanente de búsqueda de acuerdos y consensos.

En el fondo lo que se propone, es que, frente a la actual crisis democrática que privilegia el pragmatismo frente a todo argumento ético, regresemos a las bases, a los principios.

 

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