“NECESITAMOS MÁS MIRELES”
El arresto del
emblemático Dr. Mireles, fundador de las autodefensas de la zona de tierra
caliente de Michoacán, ha levantado una cascada de opiniones, declaraciones y
puntos de vista. Más allá de posiciones o lecturas estrictamente políticas o
jurídicas y sin entrar a calificar la ilegalidad o la legitimidad de los
acontecimientos (de los que he dejado constancia pública sobre mi postura en
anteriores entregas), el ejemplo de Mireles nos deja muchas lecciones valiosas
que vale la pena rescatar.
…Valentía para abandonar nuestra
zona de confort…convicción para lanzarse contra una realidad con la que no se
está conforme, coraje para rebelarse
ante un sistema injusto…decisión para reconocer la necesidad de encontrar un
causa legítima por la que valga la pena luchar y entregarse…
…Pero el mal se ahoga con
abundancia de bien…nunca compartiendo los mismos medios y caminos…y creo que
eso no lo supo ver Mireles…se quedó con el ímpetu y la pasión. Le faltó visión
y estrategia, ¡sí!, pero nos enseñó que Michoacán hoy requiere una lectura
desde la posición del otro…Que nuestro estado hoy no puede entenderse sin
empatía por la tragedia, la necesidad, la aflicción o el gozo de los demás. Para
eso se requiere ver al otro en sus problemas, palpar y sentir su realidad…que no
basta la teoría…que es indispensable implicarse.
Para entrar en sintonía es
necesario unir, compartir, armonizar y orientar correctamente todas las causas
legítimas, pero no basta con la simple suma, es necesario aglutinarlas en la
que debe ser nuestra causa común que es Michoacán… y en el fondo la respuesta
la conocemos todos y es evidente, se ve en la mirada de su gente…justicia
social.
La causa de Mireles quizá no sea
tu causa, pero sin duda nos interpela a cuestionarnos el alcance de nuestra
responsabilidad histórica para cambiar y reconstruir nuestro estado, y eso de
suyo es muy valioso.
Veo con tristeza el que en
algunos sectores sociales clave (incluso algunos auténticas elites, con
responsabilidad) se acepten los paradigmas vigentes como destino manifiesto o
se mantengan al margen observando el fenómeno…una realidad que pasa frente a
nosotros, difícil de descifrar sin duda, paradójica, surrealista…con temor a decidirse
a tomar postura o a jugar la posición que les corresponde…con miedo a pensar
que lo mejor está por venir.
Ojalá hubiera más Mireles, que,
entendiendo las circunstancias propias del Michoacán de hoy, asuman y
reconozcan el compromiso y la importancia de implicarse personalmente en la
lucha por su propia causa sin olvidar la causa común de nuestro estado.
…Necesitamos más Mireles en los
sindicatos, en las normales, en el gobierno, en las asociaciones sociales, en
las empresas…en las universidades…en las casas. Ciudadanos de a pie…hombres
y mujeres que tomen las armas más
importantes que tenemos los michoacanos: inteligencia, preparación, prestigio,
tesón, nobleza…honra…esfuerzo…dignidad…Necesitamos más Mireles que logren
canalizar su indignación o su ímpetu por el cambio por las vías institucionales
correctas con el fin de unir, de convocar …de lograr romper la burbuja política
o social que nos impide ver y aceptar la realidad que nos aqueja y duele……de
entregarse por lograr un estado con mayor justicia social.
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